Redacción. La Consejería de Educación y Deporte facilitará un primer paquete con 5.600 tablets al alumnado matriculado preferentemente en centros docentes ubicados en zonas socioeconómicas vulnerables y que carece de los medios tecnológicos o electrónicos necesarios para seguir con sus tareas académicas en contacto con el profesorado de forma telemática tras el cierre de los centros educativos por la crisis del Covid-19. La Consejería está negociando con distintos operadores la ampliación de esta medida a más alumnos de otras etapas educativas. Estos dispositivos se suman a las 5.600 tarjetas SIM distribuidas por el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
En esta primera fase, la Consejería distribuirá a partir de esta semana, a través de las Delegaciones Territoriales y de los equipos directivos de los centros, las tablets de la marca Huawei modelo T5, principalmente a los estudiantes de Bachillerato y de ciclos formativos de grado superior de Formación Profesional, por ser enseñanzas finales de etapa y con el objetivo de que puedan continuar su proceso de enseñanza-aprendizaje ‘online’. Además, para el reparto de los terminales se podrá contar con la ayuda de entidades locales o cualquier otro organismo que garantice la entrega del material.
Asimismo, los alumnos y alumnas que reciban las tablets han sido identificados por los equipos directivos de los centros ubicados en zonas Eracis (Estrategia Regional Andaluza para la cohesión e inclusión social), que son los que conocen mejor la situación de sus estudiantes. Tras las necesidades detectadas por estos centros, se ha establecido una categorización entre el alumnado que necesita dispositivo y el que sólo precisa del dispositivo o de la tarjeta.
Por su parte, las tablets se entregarán en condición de préstamo y, una vez que las clases se reanuden de manera presencial, los dispositivos electrónicos se devolverán a los centros y estarán a su disposición.
Esta iniciativa, que cuenta con un presupuesto de más de un millón de euros, tiene como finalidad que el alumnado andaluz continúe su proceso educativo en condiciones de igualdad y equidad, a pesar de la llamada brecha digital.