Ana Rodríguez. El 21 de mayo de 2015 nos dejaba a los 91 años el que ha sido llamado uno de los padres del Carnaval de Cádiz, Enrique Villegas Vélez. Éste será el quinto año que el onubense falte a su cita con un evento que significaba todo él y al que dedicó gran parte de su vida. Pero los gaditanos no lo olvidan, continuando en el recuerdo y el corazón de todos los carnavalares.
Para refrescar la memoria, Enrique nació en Ayamonte (Huelva) en 1923, quedándose huérfano de madre a los ocho años. Empezó a trabajar siendo muy niño de vendedor ambulante de pescado, dando muestras de ser un pequeño despierto y luchador. A los 16 años su familia se mudó a Cádiz por enemistades que hundían sus raíces en la Guerra Civil. En la Tacita de Plata, un Enrique adolescente comenzó a buscarse la vida haciendo lo que podía para sacar adelante a los suyos. Fue fotógrafo, cobrador del Ocaso, sastre… hasta que logró un puesto en Astilleros de Cádiz que le aportó cierta estabilidad.
Se casó con una gaditana, Conchita, con quien tuvo nada menos que 12 hijos, que a su vez le hicieron abuelo y bisabuelo. De hecho, la familia Villegas es tan extensa que el letrista Emilio Gutiérrez ‘Libi’ les dedicó un cuplé en el que venía a decir que cuando las calles de Cádiz estaban vacías era porque los Villegas estaban reunidos.
La afición carnavalera de este genial autor no nació en Cádiz, la traía de Ayamonte, donde su padre, llamado también Enrique Villegas, había montado algunas agrupaciones en aquella época. “Dentro de casa teníamos todo el día el Carnaval, porque la gente que pertenece a él está las 24 horas pensando en lo mismo. Las chirigotas y comparsas nunca faltaban”, recordaba uno de los hijos de Enrique, Paco Villegas, en una entrevista concedida a Huelva Buenas Noticias hace unos años.
En el Carnaval gaditano se adentró el ayamontino de mano del famoso músico, letrista y compositor Paco Alba, uno de los máximos exponentes de estas fiestas. Enrique empezó muy fuerte desde 1961 con el coro ‘Los del celeste imperio’, que fue la primera agrupación que sacó en Cádiz y a la que puso letra y música.
Cuando Villegas comenzó, había muy pocas agrupaciones y destacó porque era muy trabajador y perfeccionaba mucho. Le dio importancia al popurrí, con engarces más bonitos y elegantes. Su música sonaba mucho y quedaba, de hecho a día de hoy hay pasodobles suyos que han pasado a ser interpretados por orquestas.
Villegas comenzó a escribir y componer para agrupaciones que han acabado formando parte de la historia colectiva del Carnaval, como ‘Los dandys negros’, ‘El Oro de Andalucía’, ‘Los Caídes’, ‘Los lunares’, ‘Los faroles de la Alameda’, ‘Hombres del campo’, ‘Quince piedras’ y así hasta más de 40 nombres, siendo la última ‘La serenata’, en 2010. Pero quizás su mayor aportación a la historia del Carnaval de Cádiz fue la comparsa ‘Los escarabajos trillizos’, que acabó llamándose por su estética ‘Los Beatles de Cádiz’ y con la que ganó el segundo premio del certamen en 1965.
Con ella comenzó una gira por 130 salas de fiesta de toda España que duró ocho años, llegando incluso a actuar en Puerto Rico. Su éxito fue escandaloso, pues por primera vez el Carnaval salía de Cádiz para darse a conocer por todo el país, regando con sus coplas la geografía española. Hasta que se separaron en 1973, la fama persiguió a la comparsa allá donde actuaba, saltando hasta a la gran pantalla, donde tuvieron minutos en cuatro películas, una de ellas Acompáñame, protagonizada por Rocío Durcal, en la que interpretaban la canción Teren, ten, ten.
‘Los Beatles de Cádiz’ llegó a protagonizar hace más de medio siglo el cartel del Carnaval gaditano, que por entonces, y debido a la censura, se denominaba Fiestas Típicas. Cabe resaltar que la comparsa de Villegas has dio la única agrupación que ha aparecido en el cartel anunciador del Carnaval de Cádiz en toda su historia.
Cuando el periplo con ‘Los Beatles de Cádiz’ tocó a su fin en 1973, Enrique Villegas volvió a casa. Había dejado aparcado su trabajo en Astilleros para dedicarse a su pasión con la promesa, por parte del por entonces alcalde, José León de Carranza, de que cuando regresara su puesto le estaría esperando. Pero no fue así… Carranza falleció en 1969, antes de que Enrique terminara la gira, así que tuvo que hacer lo que siempre había hecho, buscarse la vida para sacar a su familia adelante. Se convirtió entonces en representante y también fue emprendedor hostelero, entre otras ocupaciones.
Aunque cambió la forma de ganarse el pan, lo que nunca dejó fue de escribir y componer. Prolífico hasta el final, dio en sus últimos años letras a comparsas como ‘Pescadores fenicios’, ‘Los comuneros’, ‘Rancho grande’, ‘Los hombres del campo’ o ‘Hombres lobo’, contando además con los mejores directores de Cádiz, como Paco Trujillo ‘El catalán’ o Fali Mosquera.
Con una trayectoria así era imposible que los reconocimientos no le llovieran. Obtuvo el Antifaz de Oro en 1979, fue pregonero del Carnaval de Cádiz en 1999, Premio Baluarte del Carnaval también ese mismo año, en 2004 le concedieron la Medalla de Andalucía y Cádiz lo nombró Hijo Adoptivo y en 2012 inauguró, junto a su amigo Paco Alba, las Estrellas del Paseo de la Fama del Carnaval. En su tierra, además de la Peña que lleva su nombre, Ayamonte le hizo Hijo Predilecto y le dedicó una calle, lo mismo que la capital gaditana escasamente un mes antes de su fallecimiento. Asimismo, en 2016 Correos sacó un sello, un matasellos y una postal en su honor que pudieron contemplarse en la XXVII Exposición Filatélica del Carnaval, organizada por la Sociedad Filatélica Gaditana.
En suma, Enrique Villegas tuvo una vida extensa que dedicó a hacer grande una fiesta que siempre le devolvió el cariño que él depositaba en ella. Es por ello que su nombre quedará para siempre grabado en oro en la historia del Carnaval de Cádiz.