Redacción. El Cádiz CF, militando en Segunda en la 67-68, tuvo que afrontar un complicado campeonato liguero para poder conservar su plaza en la categoría. Para la prensa, fue como conseguir un ascenso a la misma.
Desde la temporada 49/50, la Segunda División había estado estructurada en dos grupos (Norte y Sur). La Asamblea Nacional de la FEF aprobó su unificación a partir de la temporada 68/69. Por ello, las dificultades para mantener la categoría serían notorias, al conseguirlo exclusivamente los seis primeros clasificados de cada grupo, mientras los dos siguientes tendrían que disputar una promoción.
El Cádiz CF, dirigido por Julio Vilariño, puso todo su empeño en conseguirlo a pesar de la irregularidad mostrada en gran parte de la competición liguera. El éxito final se logró en la última jornada al derrotar en Carranza al CD Calvo Sotelo (4-1), gracias a los tantos conseguidos por partida doble por Mendoza y Juanito. Aquella tarde, la alineación presentada fue la siguiente: Bermúdez; López, Moreno, Soriano; Ricardo, Tucho de la Torre; Mendoza, Santiago, Juanito, Acedo y Lebrón.
Al final del partido, tras vencer a un duro adversario que luchaba por el ascenso a Primera División, se aseguraba la permanencia al lograr la quinta plaza del grupo. Seguidamente se desató la euforia por parte de los aficionados que invadieron el terreno de juego. De ese modo, se pudo ver al presidente Márquez Veiga a hombros del jugador Moreno, aunque también Julio Vilariño y algunos jugadores también fueron izados por los aficionados.
Con la nueva temporada en el horizonte, las dificultades económicas provocaron los traspasos del portero Pepe Bermúdez al RC Celta y el prometedor Juanito al CF Barcelona. La temporada no fue buena, sino todo lo contrario, y al final, el Cádiz CF descendía a Tercera División.
Y como el fútbol en ocasiones es muy ingrato y no tiene memoria, tan sólo un año después “la cañas se volvieron lanzas”, y el presidente Márquez Veiga vivió un calvario por las críticas recibidas por parte de la afición y medios de comunicación que pidieron su dimisión. Pero no lo hizo en unos momentos tan duros para el cadismo. Se armó de valor, y confió en su gestión, logrando al siguiente año devolver al equipo a Segunda División. Entonces fue el momento para presentar su dimisión de forma irrevocable.
Apuntes históricos: por Juan A. Lebrero, Área de Historia Cádiz CF