Redacción. El Cádiz CF ha logado una justa y merecida victoria en la siempre complicada visita al estadio El Alcoraz de Huesca, lugar donde nunca había logrado sumar los tres puntos. Los amarillos vencieron a la SD Huesca con goles de Negredo y Pombo.
El conjunto local inició el partido ofreciendo su particular monólogo, ya que los chicos de ‘Michel’ se apoderaron de la pelota con largas posesiones; mientras que los amarillos, fieles a su filosofía, esperaban para robar y golpear a su rival.
El Cádiz CF asestó su primer golpe en una acción cargada de fortuna, pero también de intención, ya que Álvaro Negredo estaba donde tenía que estar: en boca de gol. La jugada comenzó con un centro por la derecha de Álex que el meta Andrés Fernández no pudo atajar y por ahí apareció Negredo para estrenar su cuenta goleadora vestido de amarillo.
La SD Huesca, por su parte, no estaba cómoda sobre el terreno de juego ni con la pelota, ya que era innegable que su dominio con posesión era absolutamente estéril pues no creaba peligro alguno sobre los dominios de Cifuentes. Los pases y posteriores controles de los locales no estaban acertados y con el transcurrir del tiempo la ansiedad iba aumentando y sus escasos dos disparos a puerta fueron desviados.
Segunda mitad
En la segunda mitad Roberto Perera movió el banquillo con criterio, ya que movió jugadores y piezas clave en el esquema dando entrada a Bodiger y Fali por Jonsson y Cala. Porteriormente, las entradas de Augusto y Malbasic fueron clave, pues el argentino terminó de apuntalar la medular y el balcánico dio el pase de gol a Pombo.
El Cádiz CF mató el partido en el tramo final con un golazo de Pombo de cabeza tras genialidad en ataque de Malbasic por la izquierda. El balcánico centro pasado y el aragonés cabeceó a gol.
En los instantes finales se produjo una acción complicada que tuvo el partido varios minutos parado en la que Alberto Cifuentes sacó una enorme mano, para evitar el 1 a 2 tras disparo de Mosquera. Pero el momento se llenó de suspense cuando entró en juego el VAR, ya que el colegiado tuvo que ver si la pelota entró en su totalidad. La respuesta tras ver las imágenes fue clara: sigan jugando, ya que, aunque el balón había entrado, había un jugador local en fuera de juego.
