Redacción. Agentes de la Policía Nacional, en el marco de una investigación contra el intrusismo profesional en el ámbito de la seguridad privada en la localidad gaditana de Setenil de las Bodegas, ha detenido a una persona que prestaba un servicio de vigilancia y protección con armas en una explotación agrícola, en la que de manera paralela el propietario había establecido un servicio de seguridad ilegal desempeñado por dos personas sin habilitación profesional como vigilantes y que además carecían de contrato de trabajo.
Al detenido, como presunto autor de un delito contra la Administración Pública y tenencia ilícita de armas, se le ha propuesto para sanción por infracción grave a la Ley 5/2014 de Seguridad Privada junto a otro ciudadano de nacionalidad alemana.
La Policía ha explicado que en vigilancias previas a las que se le había sometido se les había visto realizar patrullas de manera rutinaria por el interior de la finca y a veces por el exterior de la misma en carriles adyacentes abordo de un vehículo tipo «pickup» provisto de potentes focos, así como que puntualmente habían empleado a unos perros de raza peligrosa de su propiedad para realizar sus funciones en la finca.
Los investigados son un súbdito alemán de unos 40 años y de gran corpulencia que refería haber sido policía en su país de origen y un ciudadano español de 47 años. Este último en el momento de la actuación policial, al pensar que los agentes policiales eran personas que habían entrado a robar en la finca, se dispuso a coordinar al personal que se encontraba vigilando ilícitamente en la finca para detener a los que él suponía que estaban robando, llegando incluso a indicar a los jóvenes que soltaran al perro de presa a los agentes.
Autor de un delito contra la Administración Pública
A estos falsos vigilantes se les ha intervenido, entre otros efectos, una pistola con tres cargadores y 82 cartuchos de 9 milímetros, así como una pistola de simulada, una defensa eléctrica, un chaleco antibalas, dos chalecos tácticos, equipos de comunicaciones portátiles, dos navajas militares de grandes dimensiones, unos grilletes, unos prismáticos y varias linternas de gran potencia. Además, en la finca también había cuatro jóvenes que simultaneaban las tareas de riego con las de vigilancia acompañado de un perro de presa.
Al detenido se le ha investigado como presunto autor de un delito contra la Administración Pública previsto y penado en el artículo 441 del Código Penal, así como otro de tenencia ilícita de armas del artículo 563 por la posesión de una defensa eléctrica, cuya tenencia y uso está terminantemente prohibida por el artículo 5 del vigente Reglamento de Armas. Por tal motivo se procedió a su detención, quedando en situación de libertad con cargos tras ser oído en declaración.
Por su parte el súbdito alemán, que está en posesión de una licencia de armas tipo «f» (tiro deportivo) se enfrenta a una sanción administrativa por intrusismo conforme a la Ley 5/2014 de Seguridad Privada y a una multa de hasta 30.000 Euros.
Cuantiosas multas
Los infractores denunciados se enfrentan a cuantiosas multas. En este sentido, la Policía Nacional ha recordado que la prestación de servicios de seguridad por empresas no autorizadas y el desempeño de las funciones de vigilancia y protección por personal no habilitado se encuentra severamente castigado en la referida Ley de Seguridad Privada con multas, que en los casos más graves, para las empresas, oscilan entre los 30.001 y los 600.000 euros y pueden conllevar la inhabilitación para el ejercicio de su actividad mercantil.
En el caso de las personas físicas no habilitadas que los presten la cuantía de las sanciones por intrusismo van desde los 6.001 a los 30.000 euros. Asimismo, estas multas se pueden hacer extensivas a los usuarios de los servicios de las empresas no autorizadas y del personal no habilitado.