J.A. de Mora. Nos atiende con amabilidad natural. Su tiempo aplicado a la entrevista lo consideramos como muy valioso, porque es fácil deducir que no lo pierde en lo cotidiano. Esta apreciación procede también de sus colaboradores, que la estiman como una constante impulsora de acciones, de decisiones. Infatigable mujer cuya energía no deja de sorprender.
Sonríe francamente cuando le inquirimos al respecto, y nos dice que su receta está en la herencia genética, con un padre incansable y una madre con una extraordinaria fuerza de voluntad.
La sensación que transmite Teófila Martínez Saiz en la corta distancia es de fiabilidad, como persona y como gestora. Los hechos, sus hechos, acompasan esta percepción, algo que se puede simplemente comprobar repasando su extensa trayectoria anterior y sus casi ya dos años en la presidencia del Puerto de la Bahía de Cádiz.
Y este rigor no se opone a una actitud cercana, empática y sencilla. Es de esas personas que te hablan y transmiten con mucha facilidad la idea de que llevan razón en todo lo que te dicen.
Se aprecia su satisfacción porque una dura prueba como la de la pandemia ha ofrecido sin embargo a la corporación que preside una oportunidad de reivindicarse y salir airosa. Es lo que resalta como resultado del equipo, en el que incluye también a los distintos agentes portuarios, y sobre el que confía que tenga continuidad una vez pasada la situación excepcional que vivimos.
De hecho en estos últimos meses la actividad global del puerto ha crecido, siendo de todos los puertos del sistema español el que mejor evolución muestra sobre el año anterior, en el que incluso no hubo pandemia. En su conjunto los puertos de España han caído en tráfico aproximadamente un 11%, y el de Bahía del Cádiz hasta agosto había crecido ligeramente -el único que lo había hecho de todos los españoles-.
Nuestra entrevistada cree que se debe a un reajuste de los operadores internacionales, en el sentido de que el nuevo escenario empieza a mostrar el interés por rutas alternativas de corta y media distancia y puertos para buques de menor tamaño que las ‘meganaves’ que hasta ahora vienen ocupando las grandes líneas comerciales. A esta tendencia se le suma, resalta la presidenta, la posición estratégica de la Bahía de Cádiz, la mejor a su juicio para el tráfico marítimo en los distintos vértices de la rosa de los vientos.
Las respuestas de Teófila ofrecen información sobre el rumbo de la Autoridad Portuaria gaditana pero también traslucen un evidente liderazgo personal. Rasgos como la generosidad, a la que alude en alguna cuestión, impregnan su comportamiento y, en sentido amplio y doble, establecen la estrella polar que guía sus derrotas -no de ‘batallas’, aún invicta, sino de ‘navegación’ por estos inciertos escenarios actuales-.
El corredor ferroviario del Mediterráneo ocupa parte de su pensamiento en la esfera estratégica, entendiendo que el gobierno no está cumpliendo en materias de inversiones y que aquel está incompleto -sería medio corredor, según sus propias palabras- si no tiene como terminal nítido a la provincia de Cádiz. En este sentido resalta como clave la culminación de la conexión ferroviaria de La Cabezuela, licitada en junio pasado, cuestión que crea la mejor de las expectativas.
Señala con firmeza que hay que demandar el que el corredor no sirva únicamente de estructura logística para salida de producción del interior de Europa hacia el sur, sino que vaya en doble sentido, también para introducir mercancías del exterior hacia el interior con origen en desembarcos internacionales en los puertos andaluces.
La profundidad de su mirada incorpora las vibraciones de alguien a quien, aún en otros menesteres, la huella de la alcaldía le ha dejado atrapado el corazón por la ciudad de Cádiz. Antes, como alcaldesa, pensaba en el Puerto y ahora, como presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía, la ciudad es una constante. El binomio puerto-ciudad en el ejercicio de su responsabilidad es la conjunción ideal para compatibilizar usos, oportunidades y utilidades mutuas.
Comentamos el éxito en el apartado de tráfico de pasajeros de nuestro puerto, duplicado en los cinco últimos años. Apunta como algo muy importante el que no solo genera economías tradicionales de visitantes para la ciudad, sino que la referida posición estratégica y la evolución creciente de cruceros permite generar actividad a los astilleros por el mantenimiento y reparación de este tipo de buques. El astillero de Cádiz es uno de los mejores del mundo y está situado en un cruce de rutas (Mediterráneo-norte de Europa y Mediterráneo-Caribe), resalta Teófila.
Esta posición estratégica del puerto gaditano lo convierte en un nudo logístico único –el mejor, según Martínez- para el transporte marítimo de personas y mercancías, Este-Oeste y Norte-Sur, insiste.
Para hacer una idea, añade la presidenta, las escalas de cruceros para este año, para el que estamos ahora, estaban en 329 escalas. Todos los años aumentaban, pero en los últimos cuatro años hemos tenido alrededor de 300 escalas cada año, lo que supone que han desembarcado quinientos mil turistas al año. Y eso -añade-, que hay 140 días de cada ejercicio sin tráfico de esta naturaleza.
Le ocupa, en cuanto a la tipología de tráfico, sacar el máximo partido a la inversión en la nueva terminal de contenedores, que tiene un crecimiento sostenido pero que aspira a un mayor desarrollo; también mejorar la capacidad de movimiento de graneles, favorecida porque por fin se va a tener operativa -en unos dos años- la conexión ferroviaria de La Cabezuela, que une Cádiz con Sevilla, Madrid, Valencia o Zaragoza.
También el poner en valor, de una vez por todas, el que el puerto de Cádiz tiene un muelle dentro de una zona franca. Las ventajas que ello comporta para la gestión y transformación de materias primas por distintas razones es algo que aún no ha sido suficientemente explotada.
Su visión del puerto, una vez dentro de él en su actual desempeño, no ha cambiado en relación a la que tenía antes sobre el mismo, nos dice. Es verdad, añade, que la experiencia siempre es importante, pero recuerda que ella nació en una ciudad-puerto, ha vivido en una ciudad portuaria y además, en su bagaje legislativo -diputada nacional-, ha sido ponente en la Ley de Puertos por parte de su partido.
En su trayectoria siempre ha estado preocupada por la vertiente portuaria de la provincia gaditana, que no todas tienen dos puertos en el sistema nacional, a tan solo cien kilómetros de distancia, y situados en el entorno del Estrecho, recuerda. Afirma que tanto como alcaldesa de Cádiz como diputada en el Congreso por nuestra provincia siempre ha sido consciente de la realidad y las necesidades del Puerto.
Entiende que la Autoridad Portuaria tiene que ser sensible a las necesidades de suelo de la ciudad y también de la necesidad del puerto de ser competitivo y eficaz en su gestión. Algo que no lo asocia al tamaño sino más bien a la capacidad logística del territorio en donde está enmarcado.
A Teófila Martínez le ilusiona ir sembrando, haciendo cosas tangibles para que los presidentes o presidentas que le sucedan se encuentren el mejor puerto posible, una sólida base sobre la que ellos también puedan trabajar. Es una tragedia que estemos siempre empezando de cero, lamenta. Hay que ir aprovechando lo bueno que puedan dejar tus antecesores. Cuando llegó se encontró, que no por culpa del anterior -advierte-, con una terminal de contenedores pendiente de pavimentado, con la referida conexión ferroviaria sin licitar tras diez años pidiéndose, con un túnel de acceso a la nueva termina inundado,… obstáculos al fin y al cabo.
Su propósito era y es eliminar esos obstáculos y hacer un puerto sostenible, digitalizado y más competitivo, avanzar en el plan especial puerto-ciudad, todos elementos sobre los que se puede seguir trabajando. Son proyectos de Puerto, no son proyectos de un presidente. El tiempo que un puerto, una ciudad o un país, pierde por no ejecutar infraestructuras es algo que no se puede recuperar.
Aspira Teófila a que al cabo de no mucho -su ilusión, en el horizonte de unos años-, la terminal de contenedores tenga un intenso tráfico, conectando con el corredor central mediterráneo; que esta no solo sirva para transbordo de contenedores, sino que por aquí entren mercancías que se puedan distribuir, almacenar y también procesar en la provincia de Cádiz, que necesitamos muchos puestos de trabajo.
Así mismo, en ese horizonte desea una integración puerto-ciudad terminada -no es algo sencillo ni rápido, Bilbao tardó muchos años en conseguirlo-; y un espacio de Bajo Cabezuela como zona industrial medioambientalmente bien gestionada y con una imagen moderna. En general que el puerto de Cádiz pueda ser un puerto moderno, eficaz y seguro.
Haciendo una valoración retrospectiva agradece a tantas manos de los que le han ayudado y que por su parte ha tratado de corresponder. Ella separa la ‘suerte’ y de sus palabras podemos interpretar que hace suyos los postulados de la ley de atracción. Para que en la vida puedas alcanzar algunos logros que te hayas planteado como persona -afirma- y otros que te han aparecido en el camino pero que has tenido que hacer frente a ellos, has tenido que buscar la complicidad de mucha gente.
Nos dice que no ha tenido padrinos y que si mira para atrás de lo que más satisfecha se siente es de toda la buena gente que ha conocido y de la que tanto ha aprendido… de la sonrisa de un niño, de los éxitos de las personas superando estudios, del orgullo de los padres por sus hijos,… de todo tipo de gente.
Finalizamos la entrevista preguntándole a Teófila Martínez que buenas noticias le gustaría leer, sobre el puerto y sobre Cádiz en general. Nos dice que respecto al puerto, le gustaría leer que estamos sirviendo de motor y de ánimo para la economía de la provincia de Cádiz.
Sobre la ciudad, desearía leer la buena noticia de que el acceso al trabajo de los gaditanos fuera la mejor palanca para acceder a una vivienda digna para aquellos que no la tienen.