Redacción. Un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz, coordinado por el catedrático de Tecnologías del Medio Ambiente, Diego Sales, ha creado un innovador sistema de medición de la calidad del aire con el objetivo de evaluar parámetros medioambientales. En concreto, esta invención se trata de una red de sensores formada por una serie de dispositivos compactos de telemedición que se incorporan en puntos fijos o móviles.
Según una nota, la función de estos sensores es conocer a través de mapas, y en tiempo real, el estado de salubridad ambiental en municipios o puntos interurbanos concretos. Este sistema se ha diseñado para calcular valores presentes en el aire tales como el dióxido de nitrógeno (NO2), el ozono (O3) o el trióxido de carbono (CO3). Estos parámetros se envían mediante señal inalámbrica a una nube de datos y se muestran en tiempo real en distintas aplicaciones desarrolladas por los propios investigadores. Entre ellas, cabe destacar un mapa informativo que refleja niveles promedio cada diez minutos, según marca la normativa vigente.
Además, la versatilidad de estos sensores, ideado por investigadores de la UCA, permite su instalación en todo tipo de espacios, desde ciudades donde se concentra una contaminación atmosférica elevada -debido a la actividad industrial o aglomeraciones- a espacios protegidos en la naturaleza. De la misma manera, «se puede utilizar con la finalidad de realizar vigilancia ambiental mediante el despliegue de una red de dispositivos, o bien a través de su implantación en drones», como apuntan desde la UCA.
A disposición de cualquier usuario con acceso a Internet
No obstante, los responsables de esta patente aseguran que «las funcionalidades de este sistema podrían estar a disposición de cualquier usuario con acceso a Internet, bien a través de una aplicación para smartphones o bien mediante el acceso directo a la web».
Cabe resaltar que esta invención podría aplicarse en sectores concretos como la industria, la construcción, el transporte, la agricultura o la ganadería, cumpliendo con las medidas sectoriales contempladas en el Plan Nacional de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera (Plan AIRE). Por este motivo, la patente registrada por la UCA «podría considerarse de interés para autoridades, organismos gubernamentales, instituciones o entidades privadas que quieran o deban controlar sus propias emisiones», como afirman los investigadores.
Es interesante añadir que, según la Comisión Europea, para cumplir con el mandato establecido en el Sexto Programa de Acción Ambiental, uno de los objetivos es «alcanzar niveles de calidad del aire que no den lugar a riesgos o efectos negativos significativos en la salud humana o el medio ambiente». En este contexto, desde la UCA se recuerda que existe un amplio abanico de enfermedades y efectos adversos relacionados con la exposición poblacional a una mala calidad del aire: «Por ello, abogamos por una disminución de los factores contaminantes del aire así como por una reducción de la exposición peligrosa al mismo por parte de la población».
Los autores de esta invención han sido además del catedrático Diego Sales, el investigador Diego Sales Lérida, del departamento de Ingeniería en Automática, Electrónica, Arquitectura y Redes de Computadores, Ricardo Hernández, del departamento de Máquinas y Motores Térmicos, y José Luis Cueto, del departamento de Ciencias y Técnicas de la Navegación.