Redacción. El Real Madrid se llevó los puntos del Ramón de Carranza en un partido que se inclinó al filo de la media hora gracias a un penalti señalado por el VAR. Tras el gol inicial de Benzema los merengues ampliaron la ventaja y en un abrir y cerrar de ojos liquidaron el partido. Los cadistas, que no le perdieron la cara nunca al partido, vieron como el partido se ponía cada vez más difícil con el paso de los minutos.
Muy bien el Cádiz en el inicio
Los amarillos salieron sin complejos y muy combativos al terreno de juego. El Real Madrid, como era de esperar, llevaba el peso del partido, pero los amarillos hacían su juego con claridad y en el primer cuarto de hora de partido ya habían tirado dos veces con relativo peligro. La primera vez fue Jairo a las manos de Courtois y en la segunda Jonsson enganchó un balón botando alto.
El Madrid triangulaba con peligro pero sin profundizar
El equipo merengue era consciente de que no lo iba a tener fácil en Carranza y lo intentaba de todas las formas posibles, tanto con juego asociativo por dentro como rápido por bandas. En una jugada entre Vinicius, Marcelo y Mariano llegó una acción de peligro que acabó en córner.
El VAR metió al Madrid en el partido
En una acción aislada llegó la acción polémica del partido. Centro pasado al área que desvió la defensa pero Iza golpeó a Mariano y Mateu fue requerido por el video arbitraje para que revisara la acción. El colegiado valenciano enseñó amarilla a Iza y Benzema acertó desde los once metros.
Benzema apareció de nuevo
El Cádiz acusó el golpe y poco después volvió a encajar y no en una sola ocasión, si no por partida doble en poco más de cinco minutos. El segundo lo hizo Odriozola al cabecear en el segundo palo un centro pasado del francés y el tercero lo anotó el propio Karim al culminar una jugada elaborada.
Carrusel de cambios en la segunda parte
Álvaro Cervera, entrenador del equipo amarillo, introdujo hasta cuatro cambios de golpe en el inicio de la segunda mitad, dando entrada Lozano, Cala, Saponjic y Akapo con el objetivo de dar frescura y acortar distancias para meterse en el partido.
El Madrid no concedió nada
El equipo merengue apenas cometió errores en el transcurso del segundo acto y no dio concesiones para que los amarillos viesen portería. Los cadistas, que no bajaron los brazos en ningún momento, pelearon todos los balones pero el crono avanzaba sin variaciones en el marcador.
