Redacción. A punto la temporada de Kitesurf en Tarifa. Llega la Semana Santa y la mejor zona de Europa para la práctica de este deporte amplía su colorido. Los kites entonces ya reinan en un cielo limpio y azul como en pocos lugares.
La práctica del mismo en las playas tarifeñas cabe en todo el año, pero los meses ideales comienzan en marzo, hasta junio y luego octubre. El viento, la temperatura y el ambiente toma en estos periodos la combinación perfecta para cualquier kitesurfer que quiera disfrutar al máximo.
25º de temperatura media y un persistente viento de levante sustentan la magia de Tarifa como epicentro del Kitesurf. Las condiciones ideales las pone Tarifa y el resto, voluntad, deseo y ganas de pasarlo bien con este espectacular deporte, corresponde a aquellos que quieran vivir una apasionante experiencia.
En las playas de Tarifa se aprecian distintos niveles de práctica y edades. A parte de un gran número de establecimientos relacionados con el Kitesurf y actividades paralelas, en Tarifa existen escuelas para posibilitar la mejor práctica de este deporte. Entre ellas se encuentra Subcielo KiteSchool Tarifa, una de las pioneras, que lleva más de quince años formando kitesurfers.
Precisamente en 1999 se funda la primera escuela en España, en concreto en Gerona. En nuestro país tenemos a una de las máximas representantes femeninas de este deporte. Se trata de Gisela Pulido, que ha conseguido 11 títulos mundiales en la modalidad de Freestyle, coronándose como la mejor kitesurfista de la historia de este deporte. Obtuvo además, el reconocimiento Guinness por haber sido la más joven campeona del mundo, con tan solo 10 años en su primera victoria global.
A partir del 2012 el kitesurf ha sido incluido como modalidad olímpica, el estilo incluido ha sido el Race, que es muy parecido a las regatas de vela y se desarrolla por un circuito definido.
El equipo básico para la práctica del kitesurf se compone de cinco elementos. Una cometa -kite- y una barra de dirección para mover la cometa en la dirección del viento que nos interese. Hay que contar con un arnés que sirve para sujetar al deportista a las cuerdas de sujeción de la cometa. Se completa el equipo con la tabla para deslizarnos sobre el agua, y finalmente las cuerdas, también denominadas líneas, que suelen ser entre 4 y 5. Dos de estas sujetas a la barra de dirección y las restantes sujetas a la barra y al arnés. Opcionalmente se pueden incluir otros elementos de equipaje de seguridad, tales como chaleco salvavidas o un casco.
Para iniciarse en la práctica de esta modalidad deportiva no es necesario contar con una forma física especial, pero resulta imprescindible conocer los principios básicos. De ahí la importancia de una formación en la escuela de kitesurf. Aunque no es un deporte peligroso, hay que tener mucho cuidado con las fuerzas que lo manejan, es decir, con el viento, y aprender de la mano de profesionales de la actividad.