Redacción. Los últimos datos ofrecidos por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía en relación a la encuesta de ocupación hotelera en la comunidad durante el pasado mes de junio pone de manifiesto la recuperación del turismo internacional en Chiclana. Así, de las 278.481 pernoctaciones a lo largo del mes pasado, más de la mitad corresponde a visitantes extranjeros (143.962) frente a las 134.519 correspondientes a turistas nacionales. Todo ello, pese a que en Chiclana se alojaron 25.090 foráneos, frente a 49.184 visitantes españoles.
En este sentido, hay que resaltar que la estancia media a lo largo del mes de junio en alguno de los 32 establecimientos hoteleros de la ciudad alcanzó los 3,7 días, cifra que baja hasta los 2,7 entre el visitante nacional, pero que se incrementa hasta los 5,7 días entre el turista internacional. “Se trata de un dato muy significativo, porque, tras dos años complicados como consecuencia de las restricciones por la pandemia, vemos cómo el turismo internacional, fundamentalmente alemán y británico, se recupera”, indica el alcalde de Chiclana, José María Román, quien añade que “no solo han venido a la ciudad más de 25.000 turistas extranjeros en el mes de junio, sino que sus estancias son de una media de casi una semana”.
De esta forma, indicar que el visitante procedente de Alemania lidera indiscutiblemente el turismo internacional, puesto que de los 25.090 turistas extranjeros que visitaron Chiclana en junio, 15.972 procedían del país germano, con una media de estancia de 6,4 días. Por detrás, se situó el visitante británico, con 3.352 personas y 12.670 pernoctaciones; mientras que 767 ciudadanos de Países Bajos y 614 de Francia visitaron la ciudad el mes pasado. “Aunque los datos nos lleva al optimismo, sobre todo, de cara a la temporada media-baja, en la que predomina el turista extranjero, seguimos trabajando para potenciar el Destino Chiclana en el centro y norte de Europa”, comenta José María Román, quien añade que “no debemos olvidar que la llegada de turistas durante los meses de otoño e invierno es fundamental para alargar al máximo la temporada turística y, por tanto, que los hoteles puedan permanecer abiertos durante más tiempo, prolongando así la durabilidad de los puestos de trabajo”.
