Redacción. Carmen Blanco, Isabel Oliva, Manuel Castilla, Carlos Aragón y la Peña Flamenca recibirán la Insignia de Oro de Sancti Petri 2023 con motivo de la celebración del acto institucional del Día de Andalucía, que se llevará a cabo este martes 28 de febrero, a partir de las 11:30 horas, en el Teatro Moderno.
En este sentido, el alcalde de Chiclana, José María Román, destaca que, “un año más, el Ayuntamiento rinde homenaje a una entidad y cuatro personas destacadas y conocidas de la localidad, que han llevado con orgullo el nombre de Chiclana por todos lados y que han trabajo de forma activa para el desarrollo de la ciudad en diferentes ámbitos. Todos ellos se han convertido en referentes para muchos chiclaneros por su dedicación y esfuerzo, lo cual es razón más que suficiente para que, con motivo del Día de Andalucía, reciban el reconocimiento de la ciudad de Chiclana”.
Además, en este mismo acto se desarrollará la actuación del guitarrista Paco Cepero, que presentará el tema que ha compuesto y que está dedicado a Chiclana.
María del Carmen Blanco Gámez
Nacida en San José de Valle, desde el año 1986 que contrae matrimonio, se viene a vivir a Chiclana. Siempre con un sentimiento asociativo y de ayudar de una forma u otra al desarrollo y crecimiento de la zona a donde vive, comienza a participar en 1993 en el movimiento asociativo formando parte de la de la junta directiva de las AMPAS del Colegio Púbico Giner de los Ríos y del IES Huerta Rosario. Cargos que mantiene mientras que sus dos hijos realizan los estudios en los dos centros escolares.
Dentro de todas las actividades extraescolares que se desarrollan en los centros escolares y con el crecimiento de la ciudad, se implicó en la organización de torneos de ajedrez junto a José María Pavón y de los equipos de fútbol. En el año 1997 comienza su andadura en el movimiento vecinal y trabaja duro con otros compañeros y compañeras de la zona para fundar la Asociación de Vecinos García Lorca, siendo su presidenta junto a Román Marcial como secretario y Chari Ruíz como Tesorera. Estuvo ocupando dicho cargo hasta que por motivos de salud pasó a la vicepresidencia, cargo que ostenta actualmente.
En la lucha por reivindicar el crecimiento de las asociaciones de vecinos de Chiclana, trabaja con otros compañeros y compañeras en la creación de la Federación de Asociaciones de Vecinos ‘Chiclana Vecinal’, entidad de la que es tesorera.
En 2008, tras celebrar su hijo la primera comunión, se hace catequista y comienza a colaborar y participar en cuantas actividades se realizan en la parroquia Santa Ángela de la Cruz con el Padre Rafael Romero. Durante todos estos años ha participado en todos los actos sociales que ha tenido en comunidad y con su asociación vecinal, siempre intentando participar y ayudar en todo lo posible.
Agradece muy sinceramente todo el apoyo y consideración durante tantos años con cuantas personas y entidades ha tenido relación tanto en la comunidad educativa como el movimiento vecinal. Como dice ella, “llegue a Chiclana sin conocer a nadie y gracias a formar parte de estos colectivos sociales, mi vida tenía un nuevo sentido y conozco a muchísima gente”. Después de estos 36 años, se siente querida y muy arropada por sus amistades y vecinos.
Isabel Oliva Chaves
Regenta la Empresa Hermanos Oliva Bahía SLL, empresa familiar. Apasionada de su trabajo y la fotografía desde niña. Desde pequeña, su ilusión era trabajar en el sector naval, iniciarse en el mundo laboral en unos tiempos en los que la reparación de buques no era tarea de chicas.
Estudió en el colegio Carmen Sedofeito y posteriormente en los IES Ruiz Picasso y García Gutiérrez. Su primer contrato fue a mediados de 1998 como cajera en Supersol. Era su medio de vida y lo llevaba bastante bien, pero siempre tenía en su cabeza el dedicar su vida profesional a reparaciones navales.
Durante años trabajó como comercial, dependienta, camarera y auxiliar administrativo, hasta que en 2007, comienza la andadura de Hermanos Oliva, empresa de carácter familiar que ha ido creciendo hasta convertirse en el equipo humano, que a día de hoy, forma Hermanos Oliva Bahía SLL. Una vez dentro, tuvo que lidiar con diversos problemas del día a día.
Empapada de conocimientos y experiencia, ampliando su formación y como dice ella “luchando contra viento y marea”, para llevar adelante esta empresa que ofrece servicios en el sector naval e industrial, tanto en la rama de limpieza y reparación como en la de mantenimiento. Trabaja codo con codo son sus hermanos, se coloca su mono y su casco y pone sus pies en los tanques para limpiarlos, o bien visitar a diversas empresas y hoteles para ofrecer los servicios que ofrece la empresa:
En la nave de El Torno ofrece limpieza de superficies: granallado y decapado, trabajos en altura: montaje andamios, legionella: tratamiento correctivo y preventivo, proyectado: aplicación pintura industrial, equipos de cámara tv: inspección interior de conducto y gestión de residuos. Servicios, línea de granallado, servicio de desatascos, alquiler y montaje de andamios Layher, servicios de limpieza de espacios cofinados, tratamiento de legionella, pintura, decapado, powder coat-lacado al horno, servicios de aislamiento térmico y acústico
En la nave de Pelagatos: pintura electroestática. Lo mismo se sella una puerta mallorquina para un apartamento en la playa, que se pintan camas de unos barcos, mesas de bares, trabajos para el Juan Sebastián Elcano o se realizan trabajos de chorreo de vigas en hoteles.
Por la necesidad y seguridad en los trabajos que realizan a diario en espacios confinados, sus hermanos crearon la baranda de protección a caída de distinto nivel. Lo han patentado, certificado y homologado para poder utilizarlo en el sector naval, se trata de una herramienta que sustituye al rin de andamios, que se montan hoy en día en la entrada de los depósitos de barcos. Actualmente la empresa tiene a 17 trabajadores, cinco de ellas mujeres.
Isabel es una mujer empresaria orgullosa de su trabajo y con el compromiso de ofrecer a sus clientes una garantía del trabajo bien hecho. Calidad y profesionalidad, definen a su empresa. El pasado año fue reconocida como mujer empresaria en la I Jornada de la Mujer Emprendedora de Chiclana.
Manuel Castilla Rodríguez
Comienza su andadura laboral muy pequeño. En una familia de 12 hermanos, con siete años de edad hacía labores de guardería de animales en el campo, en una época dura como la de entonces y, hasta el servicio militar, dedica su vida al campo y la construcción.
Terminado el servicio militar, conoce a María Doblas Duran su esposa y compañera. Con 24 años se traslada a la ciudad de Salamanca, para trabajar en la construcción de presas y minas donde está varios años, volviendo a su ciudad natal, para seguir trabajando en la construcción ahora como encofrador.
A partir de 1980 y como complemento a su trabajo, y para la temporada veraniega tiene una idea emprendedora, vender hielo a los chiringuitos en la playa de La Barrosa. Con el éxito, incorpora a su iniciativa la venta de caballas y sardinas, contando con un puesto ambulante por la zona de la segunda pista. Caída la tarde, se convirtió en un referente para ese tipo de productos, sobre todo para las barbacoas de verano, siendo un punto de abastecimiento de los chiringuitos de la playa. Pasado diez años, con la evolución y crecimiento de la ciudad fue cambiando de tendencia y había que reinventarse.
En 1991, Manuel y María, tras mucha meditación, se lanzan al mundo de la restauración, viendo la necesidad que Chiclana tenía de prestar ese servicio, abrió la ‘Venta Castilla’. Un negocio familiar donde María pone todo su conocimiento, cariño y su sexto sentido en la cocina tradicional y carne de caza , que hace de la venta un referente en la restauración de Chiclana. Allí se generan unas raíces, creando empleo para toda la familia y consiguiendo vivir de ello.
Sus hijos han continuado en este camino que ellos emprendieron, dando fruto a esa visión de futuro que el matrimonio tuvo y, actualmente, existen cinco establecimientos, que son Venta Castilla, en la calle Lérida; Castilla Tapas, en Huerta del Rosario; Cocedero Bar Marisco Castilla, en la calle Mirto; Mariscos Castilla, en la playa, y el Cocedero de Mariscos Castilla, en el Mercado de Abastos, todo ello con una plantilla en temporada baja de 20 trabajadores.
Carlos Aragón Butrón
Nació en Chiclana el 25 de marzo de 1951. Fue el cuarto de siete hermanos de una humilde familia chiclanera. Casado con María del Carmen García Salado es padre de dos hijos y abuelo de cuatro nietos.
Con tan solo nueve años abandonó los estudios. A los diez, como ayudante de un aguador, repartía y vendía agua por las calles de Chiclana. Apenas había cumplido los once cuando comienza a trabajar en el bar cercano a su domicilio, el de Antonio Periñán Bustos, ‘El Golpeao’.
Un año más tarde comenzó en el bar ‘Las cuatro esquinas, de Federico Díaz. Allí permanecerá hasta 1965. Después de la riada se marcha al bar de Adolfo, en el Retortillo, donde estuvo dos años. Entonces se planteó cambiar de profesión y fue contratado de peón de albañil por el constructor Antonio Pérez, pero la albañilería no era lo suyo. Así que regresó tras el mostrador en otro bar, ‘La Parada’, regentado por Antonio Benítez. En aquel bar de la Plaza de España se fue formando como profesional, pasando de la adolescencia a la juventud.
A la edad de 22 años se incorpora al servicio militar y, una vez finalizado, regresa a la vida laboral como peón de albañilería con Fernando Amado, que en aquellos años estaba construyendo, en la carretera de La Barrosa, el restaurante Casa Mayte para la madrileña Teresa Córdoba. Ésta, al conocer que Carlos había estado anteriormente trabajando en la hostelería, le ofrece un contrato como camarero. Así, el 5 de julio de 1974, bajo la dirección de la señora Mayte se abre el restaurante. En él estará como asalariado hasta 1979, al igual que su hermano Pepe, en un principio por las tardes-noches y después a tiempo completo. A partir de esta fecha, junto con su hermano Pepe, le arriendan el restaurante a la señora Mayte.
De esta manera comenzaba una nueva etapa llena de ilusiones, pero también de esfuerzos y responsabilidades; responsabilidades que como nuevos empresarios asumieron ambos hermanos trabajando día a día, junto con sus esposas y un grupo de buenos trabajadores. Hoy algunos de ellos son también importantes hosteleros en Chiclana. Todos juntos han conseguido a lo largo de estos casi cincuenta años mantener la calidad necesaria para que el restaurante haya sido un referente en la hostelería de la ciudad. Todos han sido partícipes de ello. Quizás se deba, dice el propio homenajeado, “a la constancia, el tesón y a lo aprendido durante años”.
La clientela fue en aumento y demandando nuevos servicios. Por ello, en 1982, compraron la parcela colindante a Casa-Mayte, fundando el restaurante Mayte-2 y diez años más tarde, Mayte-3, en la playa, en el complejo comercial del Pinar de don Jesús.
En 1995 ambos hermanos deciden separar el negocio y emprender cada uno por un lado nuevos proyectos comerciales. Así, Pepe regentará Maiyte-2 y él Casa Mayte y Mayte-3. En esta etapa, el homenajeado cuenta con sus hijos, Carlos y María del Carmen, que desde pequeños conocían bien el mundo laboral del restaurante.
En 2008 compró Mayte-2 a su hermano Pepe y le cede Mayte-3. A partir de entonces continuó en ambos hasta el cierre de Mayte-2. Después siguió con el restaurante tradicional Casa Mayte hasta llegar a la edad de la jubilación, en 2017, cuando le pasa el testigo del negocio familiar a su hijo Carlos, actual regente.
Peña Flamenca Chiclanera
La Peña Flamenca Chiclanera tuvo sus comienzos en la barbería que Miguel Pérez tenía en la calle Ancha, donde se reunía un grupo de amigos aficionados al flamenco y echaban sus ratitos de cante. Como Miguel Pérez era uno de los pocos guitarristas que había en Chiclana por aquel entonces, le llamaban para algunos eventos flamencos. Mientras que buscaban un local, las reuniones de entonces la hacían en un gallinero que había en el patio de la barbería, y solían hacerla Joselín, Juan Pelote, Paquito de Chiclana, Paco el Cordobés, etc…
El primer local que tuvo la Peña fue en el bar la Guitarra en la calle San Cayetano y fue inscrita en el Gobierno Civil de Cádiz el día 24 de octubre de 1973 con el nombre de Peña Flamenca Chiclanera ‘Curro Malena’, siendo Agustín Benítez su primer Presidente.
En 1976 y con el trabajo y sacrificio de los asociados con sus cuotas, con venta de lotería, papeletas que se encargaba el ‘Pele’ de recaudar, cambian de ubicación y se sitúan muy cercano al río Iro en la calle Carmen Picazo nº 12, entonces eran cerca de 400 socios.
En la Peña, siempre había aficionados cantando y tocando la guitarra, lo que se sigue conservando en la actualidad. Siempre ha sido un lugar de encuentro y en dichos encuentros, deciden el cambio de nombre a ‘Peña Flamenca Chiclanera’, aprobándose por la asamblea en el año 1981.
Vienen tiempos difíciles. En 1990 tienen que abandonar la sede por problemas de la edificación y comienzan una larga peregrinación por Cerro del Trigo, casa de Manolo Pérez, en calle Corredera, hasta que se encontró en la calle Olivo un local donde se criaban gallos de pelea. Allí había una barrita de bar donde se despachaba vino y hacía la mejor morena en adobo en Chiclana.
La inauguración fue el 25 de septiembre de 1993. En verano se hacían infinidad de encuentros y reuniones, primando el cante y toque de guitarra, en invierno se guarnecían en el interior. Prima la actividad cultural, con intercambios culturales entre peñas, misa flamenca, organización de actividades y encuentros, festivales de flamenco en la caseta Municipal o en la plaza de toros.
La progresión y proyección de la Peña es amplia. Tras la adquisición de un solar por parte del Ayuntamiento y muchas reuniones, hacen que el Ayuntamiento afronte la construcción de la nueva sede sito en la calle Luna, inaugurándose el 14 de enero de 2011, siendo alcalde de la ciudad José María Román y teniendo como presidente de la Peña a Manuel Parra. Se trata de un espacio amplio, moderno, accesible, acorde con los nuevos tiempos y que se ha convertido en uno de los centros neurálgicos de este arte que tan intensamente se vive en la ciudad y la provincia. Instalaciones de primer nivel para disfrutar del cante, el baile y todas las manifestaciones artísticas que rodean a la cultura flamenca.
Desde entonces se han celebrado en estas dependencias infinidad de actividades durante todo el año, destacando los Concursos de Cante, de Villancicos, Saetas, Los sábados Flamencos, actuaciones carnavalescas, teatro, conferencias, día de los gitanos andaluces, y en la calle el tradicional Festival Flamenco ‘Chiclana con Salero’ o su aportación y colaboración en la organización de la Fiesta de la Parpuja en la Plaza Mayor.
Actualmente dicha entidad está gestionada por su junta directiva, formada por José Manuel González como presidente, José Parra como vicepresidente, Manuel Parra como secretario, Carlos García es el tesorero y como vocales Pepi Ruiz, Francisco Mariscal y Javier Mota.