Redacción. El próximo jueves 9 de marzo se celebra el Día Mundial del Riñón y con tal motivo la asociación Alcer pone en marcha una campaña reclamando «salud renal para todos». Aunque la efeméride tiene carácter internacional, el colectivo tiene una programación específica en la provincia de Cádiz que se ha presentado en la Diputación con la participación del diputado de Bienestar Social, David de la Encina.
El diputado ha recordado que la institución provincial mantiene una colaboración estable con la asociación Alcer que contribuye a desarrollar en la provincia una serie de actividades que van desde el tratamiento a los enfermos renales, desde el punto de vista social, psicológico, nutricional o fisioterapéutico a la atención a sus familiares. Del mismo modo, hay una importante labor de divulgación, información y sensibilización en torno a esta enfermedad.
En esa línea van las acciones programadas para este 9 de marzo. La presidenta de Alcer en Cádiz, Alicia Cortés, ha detallado los puntos en los que se ubicarán las mesas en las que miembros del colectivo van a informar a la ciudadanía sobre la enfermedad renal y sobre la importancia de la detección precoz de la misma. Las mesas se situarán en la plaza de las Flores de Cádiz capital; en el Gallo Azul (calle Larga) y el Centro Comercial Carrefour Norte de Jerez de la Frontera; en la plaza del Rey de San Fernando; en la plaza de las Bodegas de Chiclana de la Frontera; en la calle Ancha de Sanlúcar de Barrameda; en la calle Corredera de Arcos de la Frontera; y en el Centro Comercial Carrefour y el Hospital de Algeciras.
El objetivo es informar a la ciudadanía de los efectos de esta «enfermedad silenciosa», que suele detectarse cuando ya se ha perdido la mayor parte de la función renal y que es irreversible. Por ello, Alicia Cortés hace un llamamiento para la puesta en marcha de un plan nacional de ayuda a las personas que padecen la enfermedad renal. Alcer reivindica que el mismo se lleve a cabo desde la atención primaria, donde de forma sencilla se puede detectar la dolencia en sus fases más tempranas, permitiendo un mejor tratamiento y el freno de la misma.
En los últimos diez años la prevalencia de la enfermedad renal crónica ha crecido en un 30 por ciento y actualmente está entre las diez primeras causas de mortalidad en el mundo. En 2040 se prevé que esté entre las cinco primeras. En sus fases más avanzadas, las personas enfermas se ven abocadas a la diálisis o al trasplante como única opción. Para evitar llegar a este punto se plantea como vital el refuerzo de la detección precoz.
