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El doctor Carlos Ballesta, que utiliza esta técnica pionera en Europa en la cirugía de la diabetes, permite que la persona pierda los kilos que le sobran y cura su diabetes, por lo que impide que el páncreas siga deteriorándose y afectándose
El pasado lunes, el doctor Carlos Ballesta, cirujano bariátrico, pionero en cirugía laparoscópica y director del Centro Laparoscópico Dr. Ballesta, ubicado en el Centro Médico Teknon de Barcelona, ha realizado con éxito una novedosa cirugía por laparoscopia, con rayos infrarrojos, a una paciente diabética y con obesidad mórbida.
En la actualidad, la técnica, llamada bypass metabólico con rayos infrarrojos, es una línea de investigación de la Unión Europea. En España, el Dr. Ballesta y su equipo realizaron por primera vez la cirugía de la diabetes hace poco más de una década. «Los rayos infrarrojos permiten valorar, de una manera más óptima, la vascularización del estómago, aportando una mayor seguridad a la cirugía», explica el especialista.
En este caso concreto, según el reconocido cirujano bariátrico, la paciente sufría «diabesidad», es decir, diabetes y obesidad, «entonces, había que hacer un bypass metabólico, lo que comporta que perderá los kilos que le sobran y curará la diabetes, por lo que impedirá que el páncreas siga deteriorándose y afectándose».
Tal y como ha destacado el Dr. Ballesta, los bypass son modificaciones de la anatomía interna que exigen anastomosis, es decir, empalmes. «La anastomosis es la unión de dos tejidos para que estén firmes mientras cicatrizan y la cicatrización va en función de tres parámetros. En primer lugar, que el paciente esté bien nutrido, es decir, que tenga proteínas; en segundo lugar, que el especialista sepa realizar correctamente la técnica y, en tercer lugar, y el más importante, para que cicatricen o dejen de cicatrizar, independientemente de que sepas hacer bien la técnica y de que la persona esté bien nutrida, es importante la vascularización del tejido, es decir, que llegue la sangre al microvaso».
El gran avance de este procedimiento consiste en que el especialista puede saber si hay microvaso y cómo llega la sangre. Por lo tanto, cuando realizan «la cirugía normal, por laparoscopia, vemos lo que ve nuestra vista, pero, con el uso de los rayos infrarrojos y el láser, como va por dentro de la vena, nos permite ver hasta dónde llega». En ese sentido, señala que los rayos infrarrojos son una irradiación electromagnética que tiene una longitud de onda determinada y que es invisible al ojo humano, pero, «si la mezclamos con un colorante especial que existe, determinamos que ese vaso sea visible».
Se trata del verde de indocianina, una sustancia colorante que se utiliza en medicina desde hace años y que, gracias al desarrollo de estas nuevas tecnologías y al disponer de sistemas láser y de rayos infrarrojos, su uso en la actualidad es cada vez mayor. «Juega un papel importante en el quirófano, ya que la utilidad de los rayos infrarrojos en conjunto con el verde de indocianina es muy amplia en nuestro campo y radica en la seguridad de los resultados para nuestros pacientes», destaca el director del Centro Laparoscópico Dr. Ballesta.
Además, cabe destacar el término fluorescencia, que se refiere a la capacidad que tiene una sustancia de absorber energía en forma de radiaciones electromagnéticas y, posteriormente, emitir parte de esa energía en una longitud de onda distinta. «Junto con el uso de nuevas tecnologías en las torres de laparoscopia y procesadores de vídeo con filtros especiales, podemos incluir estos avances en nuestras cirugías», sostiene el Dr. Ballesta.
En definitiva, asegura que el bypass metabólico aporta una seguridad que, hasta ahora, los expertos no tenían. «Es un avance tecnológico muy importante. Somos pioneros y vamos a serlo aún más. Va a ser el futuro, dentro de 10 o 15 años, todo el mundo tendrá que aplicarlo».
Respecto al postoperatorio del bypass metabólico, el cirujano bariátrico asegura que es sencillo, ya que el paciente se va a casa a las 48 horas de la operación con medicación para el posible dolor de cabeza y prácticamente no necesita calmantes. A los siete días le retiran los puntos y, pasadas dos semanas, está comiendo con normalidad.
Diabetes, «el asesino silencioso»
Según el Dr. Carlos Ballesta, a la diabetes se la conoce como «el asesino silencioso» porque es una enfermedad microvascular, es decir, «que va atacando los microvasos de la retina, por eso los pacientes se quedan ciegos; del riñón, por eso entran en diálisis; de las extremidades más distales, por eso les tienen que amputar un dedo o una pierna…, etc. En definitiva, te va matando lentamente y ataca al corazón, produciendo infartos de miocardio, porque obstruye ese vaso».
En el caso de los pacientes que tienen diabetes tipo 1, el cirujano asegura que, a día de hoy, no se cura con la operación laparoscópica con rayos infrarrojos: «Estamos investigando la modificación de las células de grasa mediante cultivo para transformarlas en células beta, que son las que producen la insulina y las que hacen que funcione el páncreas. Por eso digo que, actualmente, la diabetes tipo 1 no se cura, pero no hay que perder la esperanza porque se curará dentro de unos años», concluye.
Fuente Comunicae