Redacción. La primavera ha llegado tras un invierno y un otoño relativamente seco, pero no extremadamente frío. La estación actual es donde la naturaleza despierta del sueño invernal y los pacientes con alergia al polen (o que sospechan que la padecen) se preguntan sobre cómo se va a desarrollar esta estación.
El doctor Ignacio García Núñez es el jefe de servicio de Alergología de los hospitales Quirónsalud Campo de Gibraltar y Quirónsalud Córdoba, y apunta una serie de factores que repercuten directamente en el tipo de primavera que se nos viene. “Los alérgicos quieren saber cómo van a ser los próximos meses y para conocerlo, dependemos de varios factores que nos sirven para pronosticar el estado general que van a tener. Por una parte, las lluvias. Hemos tenido un marzo muy lluvioso, pero viniendo de un otoño e invierno seco, esto sólo ha servido para que los arbustos y malezas tipo jaramagos crezcan más de lo normal y apreciemos en nuestras carreteras y solares abandonados unas plantas con flores amarillas mucho más altas de lo normal. De cara a la floración del olivo, estas lluvias deberían aparecer de nuevo durante este mes de abril para que el suelo recupere la falta de agua que tiene y los olivos vean que abrir más flores no va a significar una pérdida de energía o una pérdida de posibles descendientes por falta de agua, elemento básico de la vida”, manifiesta el doctor.
La temperatura es otro de los factores determinantes para ejercer un pronóstico de alergia, ya que “condiciona la apertura de las flores: a mayor temperatura, mayor apertura de flores emisoras de polen, lo que se traducirá en niveles polínicos más altos en la atmósfera. Y, por tanto, mayor duración de estos si no llueve, ya que la lluvia hace que el polen se moje y caiga al suelo, protagonizando un efecto de limpieza de la atmósfera y volviéndose inofensivo para los alérgicos”.
No menos importante es el cuidado que tengamos, ya que los alérgicos que saben que lo son, ya conocen cómo pueden estar en primavera. “Lo normal es que las personas que sufren alergia estén igual o peor que el año pasado, por lo que lo ideal es no dejar el tratamiento médico para cuando comiencen a tener síntomas. Dichos tratamientos necesitan horas o días para hacer efecto y no hay que sufrir sin necesidad. Quien haya sido previsor y esté recibiendo su inmunoterapia específica contra el polen, pasará una muy buena primavera. Incluso muchos pacientes estarán asintomáticos y pasarán la primavera como otra estación del año cualquiera”, señala el especialista.
En este sentido, el doctor Ignacio García Núñez recomienda acudir a un especialista en Alergología ante cualquier duda o síntoma al respecto, ya que “los alérgicos, conocidos o no, deben ponerse en manos de un alergólogo para que les explique unas pautas de conducta y de tratamiento para estos meses. Básicamente para que su vida no sea una película de terror y estemos deseando que lleguen los fines de semana para huir a la costa, o no pudiendo salir al recreo por culpa del ‘polvo amarillo’ en suspensión que es característico en muchas zonas”.