Redacción. La piel de los niños es especialmente sensible a la radiación solar debido a que sus mecanismos de defensa aún no están completamente desarrollados. La fotoprotección en la infancia es esencial para prevenir posibles daños en la piel a corto y largo plazo, por lo que es importante adoptar una estrategia integral que incluya más que solo el uso de protector solar.
La doctora Cristina Albarrán, especialista del servicio de Dermatología del Centro Médico Quirónsalud Algeciras, realiza una serie de recomendaciones de cara a proteger de la incidencia del sol a los más pequeños de la casa. “La fotoprotección tiene como objetivo prevenir el daño que ocurre en nuestra piel al exponernos a la radiación solar. Los niveles de fotoprotección se miden con las siglas SPF o FPS (Factor de Protección Solar), en los que a menor número de FPS, menor protección.
En general, se aconseja en población adulta un mínimo de factor de protección solar de 30, según el tipo de piel; mientras que a los niños no se recomienda una protección menor a un FPS de 50. La piel del niño es especialmente sensible al sol, ya que no tienen los mecanismos de defensa que la piel adulta ya tiene desarrollados. Por ejemplo, tienen menos cantidad de melanina y más capacidad de deshidratarse ante altas temperaturas”, afirma la doctora.
El protector solar es una herramienta fundamental en cuanto a la fotoprotección infantil, pero es importante comprender que la fotoprotección va más allá de la aplicación de las clásicas cremas. “El protector solar es el producto que aplicamos en la piel para absorber o reflejar la radiación del sol. Pero la fotoprotección en sí no es solo el uso de cremas solares, sino que es el conjunto de medidas para proteger la piel del sol, incluyendo el uso de protector solar, pero también la ropa, la sombra y la evitación de la exposición en las horas centrales del día”, sostiene la especialista
La quemadura solar en la infancia es la que más relación tiene en un futuro con el riesgo a presentar melanoma en el adulto, “de ahí la importancia de evitarla. La fotoprotección en edad pediátrica es crucial para prevenir daños como quemaduras solares, manchas, envejecimiento prematuro e incluso cáncer de piel”. Por todo esto, la dermatóloga afirma que se aconseja evitar la exposición solar directa los seis primeros meses de edad, incluso algunas guías aconsejan evitarlo hasta el año.
“A partir de los 6 meses se podría utilizar protector solar, pero se aconsejan tipos minerales, no químicos, ya que tienen mayor facilidad para absorberlos. Hasta los 3 años se recomiendan exposiciones cortas y evitar las horas de 11 a 17.00 horas. Además, se recomienda la protección de forma física con gorras, camisetas con SPF y gafas de sol. Los niños por sus actividades diarias están muy expuestos a la exposición solar, así que debemos preocuparnos por protegerlos de forma adecuada y educarlos para que vayan tomando estos hábitos como parte de su rutina diaria”, manifiesta la doctora Albarrán.