Apnea obstructiva del sueño: tratamientos avanzados para pacientes jóvenes y con alteraciones anatómicas 

El Hospital Quirónsalud Bizkaia lo indica que personas con maxilares poco desarrollados, mandíbulas pequeñas, una base lingual prominente o tejidos blandos flácidos son candidatos ideales para procedimientos quirúrgicos que restauren la anatomía normal

Cuando las medidas higiénico-dietéticas, como la pérdida de peso, y el uso de dispositivos de presión positiva continua (CPAP) no dan resultado, existen alternativas como la cirugía y la estimulación del nervio hipogloso.


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Las alternativas están especialmente indicadas en pacientes de entre 20 y 30 años, debido al carácter degenerativo de la enfermedad y el impacto que tiene en su calidad de vida a largo plazo.

La apnea obstructiva del sueño es una patología respiratoria nocturna que afecta gravemente la calidad de vida y la salud general de los pacientes. Este trastorno se caracteriza por la interrupción temporal de la respiración durante el sueño debido al colapso de la vía aérea superior, lo que genera despertares frecuentes y somnolencia diurna. El doctor Joan Brunso, jefe del servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Quirónsalud Bizkaia, explica que la apnea obstructiva del sueño está estrechamente relacionada con factores como el índice de masa corporal elevado y alteraciones anatómicas de la vía respiratoria. En Europa, el tratamiento inicial suele enfocarse en medidas higiénico-dietéticas, como la pérdida de peso, y el uso de dispositivos de presión positiva continua (CPAP). Estos dispositivos son altamente efectivos, pero no siempre bien tolerados por todos los pacientes. 

Alternativas a la CPAP 
El doctor Brunso subraya que el tratamiento quirúrgico debe ser considerado en aquellos pacientes para quienes las terapias convencionales no son viables; como una opción para aquellos que no logran adaptarse al CPAP o que presentan alteraciones anatómicas significativas. También es una alternativa en pacientes jóvenes, especialmente aquellos de entre 20 y 30 años, debido al carácter degenerativo de la enfermedad y el impacto que tiene en su calidad de vida a largo plazo. Además, aquellos pacientes con estructuras anatómicas como maxilares poco desarrollados, mandíbulas pequeñas, una base lingual prominente o tejidos blandos flácidos son candidatos ideales para procedimientos quirúrgicos que restauren la anatomía normal. 

Además de mejorar significativamente la calidad del sueño, la cirugía reduce los riesgos asociados a enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y otros trastornos graves vinculados a la apnea obstructiva del sueño.  

El éxito de la cirugía depende en gran medida de una evaluación precisa del paciente. «Hoy en día utilizamos una técnica conocida como endoscopia en sueño inducido, que nos permite identificar el punto exacto de colapso en la vía respiratoria y planificar el tratamiento adecuado», explica el jefe de servicio. 

Entre las técnicas quirúrgicas disponibles destaca la cirugía maxilomandibular, un procedimiento que moviliza las estructuras óseas faciales para ampliar la vía respiratoria de manera efectiva. Esta intervención, considerada una de las más efectivas, tiene una tasa de éxito superior al 70% en pacientes seleccionados. 

La implementación de procedimientos avanzados como «la estimulación del nervio hipogloso es una alternativa para pacientes que no toleran la CPAP o en quienes otros tratamientos han fracasado» afirma el doctor Brunso. Se trata de una técnica mínimamente invasiva que consiste en «implantar un dispositivo que estimula el nervio responsable de controlar la musculatura de la lengua, evitando su colapso durante el sueño y manteniendo la vía aérea abierta» explica el especialista

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