Cádiz CF. En agosto de 1935 el Mirandilla FC, en partido de promoción con el Onuba FC de Huelva, consigue proporcionar al fútbol gaditano el histórico primer ascenso a la categoría de plata del fútbol español.
Cuando el 10 de febrero de 1929 se celebra la primera jornada del recién creado Campeonato Nacional de Liga, el fútbol gaditano, en profunda crisis, no obtiene representación en el mismo. El Español F.C., equipo más representativo de la ciudad, atraviesa tiempos difíciles tras su descenso de la Primera Categoría del Campeonato Regional. Y lo que es un factor más importante, no hay unidad alguna entre los distintos clubes existentes en la ciudad.
Como Ave Fénix resurge un club, el Mirandilla FC, el cual va a convertirse en el gran animador de la época, y será a partir de entonces cuando asuma la titularidad de la ciudad, pasando a ser el cimiento sólido del actual Cádiz C.F.
Un nuevo campo
En 1931 el Mirandilla FC resuelve en parte el problema de un recinto cerrado donde se practique el fútbol y valla con alambradas y chumberas el terreno del antiguo Velódromo, situado en el barrio de San Severiano, donde hoy se sitúa la barriada de España. De este modo ya se abren de nuevo las taquillas. La directiva mirandillista negocia también con el municipio la construcción de un nuevo campo que reúna mejores condiciones para la práctica del deporte.
El 27 de Agosto de 1933 se produce la inauguración del nuevo “Campo de Deportes Mirandilla”, situado junto a la Plaza de Toros. En esta inauguración los gaditanos lucen la equipación aprobada por la asamblea general de socios, camisola amarilla y pantalón azul, en recuerdo de los colores del colegio de La Salle, que sustituye a la camiseta listada negri-gualda y azul-gualda de las primeras épocas.
Salvo la participación en el Campeonato Regional de Segunda Categoría, donde queda campeón, la actividad del equipo estaba prácticamente limitada a partidos y torneos de carácter amistoso. Pero el 4 de julio de 1935 se produce un hecho que significará un punto de inflexión en la historia del club gaditano: llega a la sede del club una decisión de la Federación Española de Fútbol, en la que insta al Mirandilla a ponerse de acuerdo con el Onuba de Huelva para disputar un partido de promoción en el que se luche por el puesto vacante del sexto grupo del Campeonato Superregional, y para una plaza en la Segunda División Nacional de Liga, que había sido ampliada a tres grupos de ocho clubes cada uno.
Jugadores jóvenes
Ante esta enorme oportunidad, la directiva mirandillista trata durante todo el verano de captar futbolistas que profesionalizaran una plantilla eminentemente amateur hasta la fecha. Para ello se contratan jugadores jóvenes pero con cierta experiencia en Segunda División, en su mayoría procedente del norte de España, que según declaraban a la prensa de la época, venían a practicar un fútbol más directo en el que la fuerza prevaleciera frente al virtuosismo del fútbol sureño.
A final de Julio comienzan los entrenamientos a las ordenes del preparador Antonio Rey, con la vista puesta en el final de agosto, fecha prevista para el decisivo partido. Se celebran encuentros preparatorios y poco a poco se le va dando forma a un equipo titular que será quien asuma el importantísimo enfrentamiento.
Integrar a Cádiz en la órbita futbolística nacional
Y llega el día del encuentro, el domingo 25 de agosto de 1935. La hora fijada es la cinco menos cuarto de una más que calurosa tarde del verano sevillano. El terreno de juego determinado es el del “Patronato Obrero”, campo habitual del Real Betis. Se organiza un tren especial desde Cádiz, donde viajan más de doscientos aficionados de la Peña Mirandillista.
El encuentro fue de poca calidad de juego. El nerviosismo es patente por la importancia de lo que se juegan. El Mirandilla, en la primera parte, logra adelantarse en el marcador por mediación de su centro delantero Portugués, al rematar una falta lanzada por Vela. En la segunda parte los amarillos se dedican a defender el gol conseguido. Y tal como se desarrolla el encuentro, si el equipo gaditano hubiera tenido mayor ambición podría haber logrado más goles. Pero al final, aunque mínimo, lo realmente importante es el triunfo, que proporcionaba al fútbol gaditano el histórico primer ascenso a la Categoría de Plata del fútbol español. Por fin se había conseguido integrar a Cádiz en la órbita futbolística nacional.