Redacción. La Dirección General de Tráfico (DGT) va a desarrollar entre los días 8 y 14 de marzo una nueva Campaña Especial en la que los agentes del Subsector de Cádiz de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil aumentarán la vigilancia del uso del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil (SRI) en vías urbanas e interurbanas.
El objetivo que se pretende es que todos los ocupantes de los vehículos, adultos o menores, que viajen atrás o en asientos delanteros, hagan uso del cinturón de seguridad o del adecuado SRI, con independencia de la carretera por la que viajen.
No llevar puesto el cinturón de seguridad es, junto con la velocidad y conducir bajo los efectos del alcohol, uno de los principales factores en la producción de lesiones. Hacer un uso adecuado de los sistemas de retención reduce a la mitad el riesgo de muerte en caso de accidente de tráfico.
Cinturones
Los sistemas de retención tienen una enorme eficacia para adultos y menores y reducen el riesgo de lesiones, tanto del conductor como de los pasajeros. El cinturón de seguridad es un seguro de vida. No hay que olvidarse de él y hay que llevarlo siempre abrochado, tanto en carretera como en ciudad.
Su uso protege de salir despedido del habitáculo, así como de impactar contra el parabrisas. El cinturón de seguridad funciona de forma complementaria con el airbag, ya que este dispositivo por sí solo no es eficaz. En casco urbano, la posibilidad de resultar herido grave o muerto es cinco veces menor si se lleva puesto el cinturón.
En la colisión frontal de un vehículo que circule a 80 kilómetros por hora el resultado suele ser de muerte o lesiones graves si sus pasajeros no llevan el cinturón de seguridad, mientras que el cinturón alcanza la máxima efectividad en los vuelcos, donde se reduce un 77% el riesgo de muerte.
Una colisión a 50 kilómetro por hora equivale a caer de un segundo piso. Los ocupantes de un vehículo se desplazan a igual velocidad que dicho vehículo y, en caso de frenada, el vehículo se detiene, pero los ocupantes se desplazan. No utilizar el cinturón en los asientos traseros supone un gran riesgo, ya que en un impacto frontal la probabilidad de que un ocupante de los asientos de atrás golpee mortalmente a otro pasajero de los asientos de delante puede ser de hasta ocho veces mayor.