Europa Press. Cáritas Diocesana de Cádiz ha señalado que desde el comienzo de la crisis sanitaria y las restricciones a la movilidad, el empeoramiento en las condiciones de vida de la población se sintió «muy rápidamente» en su red de recursos de acogida y asistencia. Así, en términos absolutos, esta crisis ha provocado que en torno a unas 4.000 familias nuevas hayan acudido por primera vez a Cáritas. O que hayan acudido después de mucho tiempo sin necesitarlo.
En una nota, ha señalado que las demandas de ayuda se intensificaron desde el mismo mes de marzo, y numerosas familias que antes no habían tenido que acudir a pedir ayuda a Cáritas comenzaron a llamar a las puertas.
Igualmente, ha explicado que Cáritas Diocesana de Cádiz ha centrado la respuesta a la Covid en los últimos 12 meses en tres aspectos concretos. Estos son: mantener el apoyo a las familias con las que ya se estaba trabajando, y cuya situación se ha agravado con esta crisis. También, acompañar a las familias que acuden por primera vez a causa de la precariedad sobrevenida ante esta realidad. Así como adaptar la acción de voluntarios y contratados a la nueva situación impuesta por el distanciamiento social, para garantizar el acompañamiento a las personas que demandan el apoyo de Cáritas.
Reinventar el método de atención
En este sentido, ha indicado que al igual que el resto de las Cáritas Diocesanas del territorio nacional, Cáritas Diocesana de Cádiz ha tenido que reinventar su método de atención y acompañamiento a causa de la pandemia. Muchas actividades, al menos en la primera fase, fueron necesariamente suspendidas o aplazadas. Como las acciones presenciales de formación, las visitas domiciliarias a mayores o los trabajos y dinámicas con grupos vulnerables.
En algunos proyectos, donde la presencia física era estrictamente necesaria, las mayores dificultades vinieron por la ausencia de equipos de protección y por la falta de personal.
Asimismo, ha señalado que la pandemia ha llevado a incorporar un acompañamiento telemático basado en la multiplicación de la escucha telefónica. Y el uso de aplicaciones digitales de conexión, el recurso a transferencias económicas para sustituir las ayudas en especie o la recepción online de documentación.
Cáritas ha resaltado que más allá del compromiso de las personas voluntarias y contratadas durante la pandemia, la respuesta a las necesidades de esta emergencia está siendo posible gracias a la movilización social. Y a la explosión de solidaridad que la sociedad gaditana y española ha mostrado desde el inicio. Y que se ha manifestado de manera muy intensa desde el lanzamiento, el 14 de marzo de 2020, de la campaña «Cáritas ante el Coronavirus».
Más de 180.000 euros en ayudas directas
En términos de inversión económica a las necesidades de la pandemia, Cáritas en la Diócesis de Cádiz ha movilizado en el último año 181.000 euros a ayudas directas, que han permitido a las familias cubrir en parte necesidades tan básicas como la alimentación, la higiene, los gastos de vivienda o de suministros, así como 5.000 euros para la contratación de personal de refuerzo en el Comedor Social de Algeciras.
Según los datos que reflejaba la memoria de actividades 2019 de Cáritas Diocesana, en los meses previos a la Covid-19 se había notado un descenso en la atención prestada provocada por la mejora de la situación económica. En total, en el año 2019 Cáritas atendía 5.855 familias. Sin embargo, una vez que comienza la crisis económica derivada de la pandemia, muchas familias que habían logrado una recuperación pero precaria «sociedad insegura» vuelven a caer en la zona de exclusión, a las que se unen familias que no habían, antes, necesitado ayuda. Así, en datos absolutos, unas 4.000 familias se han sumado a la atención de Cáritas en el año 2020.
Finalmente, Cáritas Diocesana de Cádiz ha mostrado su agradecimiento «al voluntariado que ha estado al pie del cañón» en las parroquias y proyectos o en la atención telefónica, a aquellos que tuvieron que retirarse, como medida de prudencia, a los trabajadores «incondicionales y entregados en jornadas interminables», a los párrocos que han puesto sus parroquias a disposición de Cáritas, a las hermandades y cofradías por su colaboración desinteresada y a las congregaciones religiosas.