Redacción. El Cádiz ha querido este sábado dar un paso casi definitivo. Dejando la portería a cero tres meses después, y logrando por primera vez dos victorias consecutivas, los amarillos se ponen con 35 puntos que tienen un gran sabor tras ganar al Getafe en el Coliseum. Una victoria trabajada, labrada y sobre todo muy saboreada.
Sólo realizaba una modificación en el once Álvaro Cervera, que apostaba por el retorno de Rubén Sobrino en lugar de Jairo Izquierdo. Mientras que los locales variaban el dibujo habitual con la entrada de Take Kubo, que formaba dupla con Mata en ataque, dejando las bandas para Aleñá y Cucurella.
Comenzó con dominio alterno el encuentro, y con dos lanzamientos frontales de Rubén Sobrino y Álvaro Negredo que apenas generaron inquietud. Sí lo hizo el Getafe a balón parado. Ledesma tuvo que lucirse para evitar el remate de un saque de esquina y en el rechace Negredo salvó bajo palos lo que parecía el tanto de Mata. En esa misma acción, minuto 7, Perea tuvo el 0-1 pero le faltó claridad de ideas en un contragolpe solo donde no resolvió desde la frontal.
El Cádiz parecía coger las riendas del juego y se encontraba cómodo en las acciones que trenzaba. Negredo tuvo el 1-0, pero su lanzamiento dio en Sobrino cuando buscaba puerta, mientras que Arambarri probó fortuna desde tres cuartos y, tras dar en un rival, se marchó pegado al palo.
Los locales volverían a gozar de una acción en la primera parte. Una pérdida de balón de Espino en el minuto 39 pudo tener peor final, pero Fali subo aguantar bien la internada de Aleñá para salvar un posible mano a mano.
Arrancaba la segunda parte con un cabezazo de Fali cercano a la cruceta, pero a partir de ahí iba a tocar sufrir. Los de Bordalás daban paso al frente, y el Cádiz comenzaba a tener problemas para controlar la pelota. Olivera se encontró en un lanzamiento con una defensa ien plantada, al igual que Espino, salvando un remate de Ángel en el segundo palo. Djene tenía la más clara a falta de media hora cabeceando pegado al palo.
Reaccionaba Cervera con un doble cambio que lo revolucionaba todo. Jairo por Perea y Alejo por Negredo dejaba un ataque con la rapidez de los recién incorporados junto a Sobrino y Salvi. En el minuto 63 se abriría la lata. Centro de Espino que casi roza Rubén Sobrino, lo que despista a Timor que no puede evitar meterse el 0-1 en propia puerta.
Se ponía el Cádiz por delante y atrás tocaba trabajar al máximo. Ledesma salvaba con el pie un claro remate de Mata que buscaba el empate. Arambarri intentaba aprovechar una dejada de Mata, pero su disparo se marchó fuera. Y el guardameta cadista volvía a aparecer para salvar un tiro frontal.
Los amarillos lo pasaban mal, pero estaban en un guión trabajado mil veces, al que sólo le faltaba la guinda. La pudo tener en el descuento Alejo, pero su derechazo a la contra se marchó a la cruceta. Lo que tocaba después era celebrar la victoria. ¡Qué victoria!. El escenario de lágrimas hace 15 años puede ser, quien sabe, el de algo más que una alegría.
