Redacción. La Casa de Iberoamérica albergará, a partir del 21 de julio, la exposición ‘De la caña al coro’, de los artistas Alegría Castillo Roses (Córdoba, 1985) y José Antonio Sánchez Piñero (Chiclana de la Frontera, 1975), que forman el tándem Alegría y Piñero. La muestra forma parte del programa de la candidatura de Cádiz al X Congreso de la Lengua de 2025 y permanecerá en la Sala Blas de Lezo hasta finales de septiembre.
‘De caña al loro’
‘De la caña al coro’ reúne obras claves del proyecto que Alegría y Piñero desarrollan desde el año 2014. Una serie de trabajos que son una mezcla de artefacto, escultura y performance, que abordan la fenomenología del habla. Esta temática adquiere especial relevancia ahora que Cádiz es candidata al Congreso de la Lengua Española de 2025.
El título de la exposición hace referencia a un trabalenguas popular. Este tropo del lenguaje a menudo sonsaca en quien lo pronuncia aquello que no se puede decir. Fuerza una pérdida del control y libera las palabras. Para los artistas esto es un centro del proyecto: esquivar discursos hechos para poder así descubrir otros nuevos, dialogados entre el sonido y su forma. “Es necesario someterse, olvidar una voz propia para encontrar aquello que se esconde tras el lenguaje y que nos dice más allá de nosotros mismos”, subrayan.
‘Neumas’
La exposición cuenta con la obra ‘Neumas’ (2014), realizada en los primeros pasos de su investigación. Ya en esta escultura/performance podemos encontrar, en un estado germinal, las dos vías principales de su proceso de búsqueda: por un lado, modelando esculturas huecas que conducen y modulan el sonido orgánico de las membranas en vibración de unos pitos de caña, hasta emitir fonemas concretos; por otro, trabajando sobre el barro fresco, labios con gestos mudos, explorando la gestualidad del habla a través de su pronunciación.
Diálogos
Desde entonces, los artistas desarrollan un largo proceso de diálogo con la materia hasta sonsacar palabras concretas en el barro: amarra, feliz, anhela, habla, ahorra, ahorro…. La gravedad del pito de caña, la presión de aire que requiere en cada caso o las grietas que surgen, determinan la concreción de la voz. Cada escultura contiene una forma cerámica y un sistema de fuelle que genera un soplo de aire y revela el hueco, pronunciando una y otra vez. Cada variación es un intento por decir, a la vez que una oportunidad para comprender, la palabra.
‘Palabra en masa: ahorra’ hace de la repetición un centro y genera once voces simultáneas que dicen a coro la palabra “ahorra”. La voz múltiple es entendida aquí como un elemento retórico que se convierte en sistema o convención lingüística partir de la construcción de una identidad grupal mecánica.
Existe un ejercicio mimético en el modelado de estas formas escultóricas huecas, una búsqueda de cierto parecido con la realidad de la voz humana. Los artistas gesticulan y observan sus propios ejercicios vocales para reproducir ciertos gestos sobre el barro. Pero una vez definidas las palabras como esculturas concretas, el proceso no se debe ya más que a sí mismo. Extenúan las formas y las someten a nuevas prácticas en busca de otras expresiones. ‘Horror-Enea’ parte de dos palabras definidas como esculturas y, como si de una animación se tratase, genera nueve pasos intermedios entre ambas. Así surgen una serie de vocablos imposibles. Monstruos. Palabras que no pertenecen a este mundo, innombrables, impronunciables.
En la obra ‘cañacoro’ se somete la palabra a un proceso de combinatoria en busca, de nuevo, de lo indecible: un gran paño de molduras de escayola, formado por un conjunto de perfiles de rostros que, cuando una sombra recorre sus formas, pronuncian sin voz la palabra cañacoro. Sus bocas están fragmentadas justo por donde sale la voz, separando ambos labios y cambiando su posición hasta conseguir, a través de estos desfases, gestos imposibles. Estos procesos no pretenden generar un habla artificial primitiva, sino un habla otra que se extrapola al propio cuerpo y se vivencia como materia.
Talleres de los pr
‘De la caña al coro’ incluirá, además de la posibilidad de visitar la muestra completa, talleres de los propios artistas con distintos colectivos de la ciudad. Durante la exposición, los artistas procederán a la activación de las piezas.