Redacción. Los Hospitales Universitarios de Puerto Real y Jerez de la Frontera (Cádiz) han recibido esta semana la donación de una cuna de abrazos para madres y padres que se enfrentan al duelo gestacional y neonatal, una forma de facilitar la despedida a las familias que se enfrentan a la pérdida de un bebé y ayudarles así en el proceso.
La iniciativa viene de la mano de una pareja de Chiclana, Natalie Claytor y Manuel Moreno, que perdieron en noviembre de 2020 a su bebé llamado Oliver y que ahora han puesto en marcha una iniciativa para que hospitales de la provincia puedan contar con un ‘cuddle cot’ que permita a madres y padres alargar el último adiós.
‘El legado de Oliver’
‘El legado de Oliver’ es el nombre de la campaña emprendida por esta pareja, con el objetivo de que los centros hospitalarios cuenten con una cuna fría que mantiene el cuerpo de los bebés durante unas horas, incluso días, para que los padres puedan despedirse sin prisas ni presiones hospitalarias de sus hijos.
«No quiero que otros padres se sientan agobiados y apresurados con el tiempo que les queda con sus hijos antes de despedirse, si pudiera retroceder en el tiempo, hubiera abrazado un poco más fuerte a Oliver esa última vez», ha apuntado Natalie Claytor.
La Junta ha destacado que enfrentarse a la desolación de la muerte cuando lo que se esperaba era la vida es una de las experiencias más traumáticas por las que una persona puede pasar, por ello, esta iniciativa ofrece a las familias en duelo el regalo del tiempo.
La cuna de abrazos «puede ayudar mucho a madres que pasen por una cesárea o estén en la UCI, tras un parto complicado o un accidente de coche, y puedan conocer a su hijo al despertarse, o si su pareja está fuera trabajando, al menos pueda llegar para despedirse de su hijo».
Cuddle cot
La práctica del ‘cuddle cot’ está muy extendida en otros países como Inglaterra o Estados Unidos. En España, sin embargo, todavía no está desarrollada esta idea.
No obstante, los profesionales sanitarios de los centros de la provincia de Cádiz sí están trabajando, junto a organizaciones como la Asociación Andaluza de Matronas y la Asociación de Apoyo al Duelo Gestacional, Perinatal y Neonatal ‘Matrioskas’, en iniciativas que ayuden a las familias que pasan por este tipo de situaciones.
Así, recientemente se han celebrado jornadas de sensibilización en los Hospitales de La Línea de la Concepción (en colaboración con el Colegio Oficial de Enfermería de Cádiz) y de Puerto Real.
Además, los hospitales de Puerto Real y Jerez cuentan ya con una ‘habitación de despedida’, destinada precisamente a los progenitores de un bebé fallecido en paritorio o neonatología, con el objetivo de proporcionarles un ambiente y un lugar sensibles, para que puedan permanecer allí sin interrupciones junto a su bebé, poder expresar sus sentimientos y despedirse sin prisas y a su manera, si ellos así lo quisiesen.
Dispone de luz natural o conexión visual con el exterior, iluminación artificial indirecta, decoración sencilla y acogedora y sillas para los padres y hermanos, mobiliario sencillo, cálido y fácil de acoplar, espacio para un cambiador y baño.
La Junta ha reseñado que un espacio de duelo ha de cumplir dos funciones principales: el acompañamiento en la ultima fase de la vida y el apoyo durante el inicio del duelo.
El cuidado en un entorno respetuoso con las necesidades de la familia resulta especialmente importante en el pre-duelo, en las ultimas horas o momentos de vida del bebé.
Así, el espacio debe premitir una despedida íntima y tranquila, sin interferencias con el persona, sin prisas, en un ambiente que genere serenidad y calma, proporcionando todo lo necesario para estas dos fases del duelo, incluido los cuidados al final de la vida.
La habitación de despedida esta identificada con un símbolo (mariposas azules) que se usa para marcar la habitación y que no sólo sirve para identificar espacios, sino también para marcar historiales clínicos en forma de pegatinas como aviso para el médico de familia o el especialista en ginecología en el seguimiento del puerperio o el de un futuro embarazo. Este símbolo informará a todo el personal del centro de su significado, de respeto y sensibilidad a los progenitores.
También dentro de esta línea de trabajo, en el caso del Hospital de Puerto Real, se dispone de un protocolo de muerte fetal intrauterino, duelo gestacional y perinatal con el objetivo de facilitar a los profesionales la atención sanitaria a aquellos padres y madres que sufren una muerte perinatal y neonatal.
Además, dos profesionales del centro, la ginecóloga Carmen González Macías y la matrona Concepción Gamundi, participan desde 2017 en un Proyecto de investigación e innovación estratégica para el abordaje de la muerte gestacional y neonatal en la provincia de Cádiz.