Redacción. El estado del Real Oviedo, el Carlos Tartiere, volvía a recibir al Cádiz, que llegaba en una situación diferente a la de los últimos años. Los amarillos, concentrados en Asturias durante cinco días para afrontar los duelos de Liga y Copa, ponían en liza un equipo con la única novedad de Caye Quintana por Choco Lozano en la punta de ataque. Rozada, por su parte, optaba por repetir convocatoria y no sorprendía con su once titular.
Salieron los de Álvaro Cervera muy seguros de sí mismos. Bien posicionados, ejerciendo un buen control del juego y sobre todo maniatando el ataque carbayón con el excadista Alfredo Ortuño. Desde el primer momento se veía que gran parte del peligro amarillo iba a llegar por la banda derecha con un Salvi Sánchez que vuelve a coger el tono físico.
Un centro del sanluqueño sin consecuencias fue la primera aproximación a los nueve minutos, poco después una falta en el vértice del área sacada por Álex fue despejada por la zaga. Al cuarto de hora llegó el Real Oviedo por medio de un córner de Borja que no tuvo consecuencias para el Cádiz.
Los espacios eran pocos, pero cuando se lograban llevaban peligro. Un pase de Perea a Caye en línea de fondo fue detenido por Champagne ante Sergio González en el primer palo. Tras unos minutos de presión mutua, llegó el 0-1 con un sensacional centro de Salvi Sánchez que Álex cabeceó a bocajarro en el área pequeña.
La ventaja en el marcador no iba a sacar al Cádiz de su guión. Un tiro frontal de Tejera desde fuera del área, que sacó Cifuentes en una buena estirada, fue la mejor ocasión local. Los cadistas a balón parado también generaban incertidumbre, yi en el minuto 43 un saque de esquina de Álex que en le rechace cazó Salvi para un nuevo centro que sacó la zaga, acabó con consulta al VAR por una acción entre Fali y Bolaño, que el árbitro hizo continuar sin consecuencias. Un córner de Sangalli que cabeceó arriba Borja fue la antesala del final de la primera parte.
Era lógico que el guión de la reanudación fuera el esperado con un rival que fuera a la desesperada a por el empate. La realidad es que el Cádiz supo cortar rápido eso, se jugó a o que quisieron los amarillos, y spobre todo marcando los tiempos. Eso propició juego en campo propio pero con rápidos contragolpes que llevaban peligro.
La clave era el control. El 0-2 pudo llegar en un disparo de Álex desde la corona del área, o en numerosos saques de esquina a favor, pero tardaba en llegar. Hubo tres minutos, de 55 al 57, donde estuvo más cerca la igualada. Nieto con un disparo cruzado, Borja desde la frontal o un centro de Borja al que no llegó Sangalli por muy poco, empezaban a preocupar. Pero la reacción volvía a llegar para los de Cervera. Iza con un disparo frontal demostró cuál era la intención, y un centro de Salvi que casi se mete Arribas en propia puerta lo conirmó. Querol sustituyó a Caye en el minuto 62 e iba a traer la llave de la cerradura. Tras un disparo de Garrido que Champagne sacó a córner en una brutal estirada, iba a llegar el 0-2 en un centro de Perea que cabeceaba Querol a gol. Aunque el colegiado lo anuló en primera instancia, la revisión del VAR acabó haciendo justicia para dar ventaja en el minuto 65.
El Cádiz ya estaba en su salsa completa. Un nuevo centro de Salvi cabeceado por Querol hizo volver a aparecer al guardameta. Quedaban aún veinte minutos por delante. Y la tarea no iba a resultar sencilla. Obeng de chilena intentó acortar distancias aprovechando un centor lateral, pero su remate se marchó por encima del larguero. El Real Oviedo ya atacaba con todo y cada recuperación producía superioridad en el centro del campo a favor de los jugadores del Cádiz CF.
Mientras que Rozada metía más pólvora quitando a un central y metiendo a Ibra en punta, el Cádiz cambiaba hombre por hombre en el cuarto de hora final introduciendo a Alejo por Salvi. Pero la tranquilidad plena se iba a resistir a llegar con hasta cuatro hombres azulones de manera permanente en el área de Cifuentes. Un cabezazo de Bolaño a serivico desde la derecha se marchó pegado al palo. Bodiger sustituyó a Perea y Álex cayó a banda izquierda para reforzar el centro del campo, faltaban seis minutos más el descuento.
El tiempo se fue consumiendo a favor de los amarillos, pese a una fea entrada a Sergio González que hizo saltar los nervios. Los tres minutos de añadido no impidieron que cuarenta años después la victoria cayera de lado amarillo y con el ‘premio’ del campeonato de invierno.