La Escuela de Hostelería de Cádiz prevé formar a más de 130 desempleados durante el curso académico

La Escuela de Hostelería de Cádiz ha reabierto sus puertas para comenzar el nuevo curso académico, donde se prevé formar a unas 135 personas desempleadas a lo largo del mismo, gracias a las acciones formativas previstas y que se suman a los cursos de Cocina, Repostería y Sala que ya oferta este centro, y en el que participan 45 alumnos entre los tres.

La delegada de la Junta en Cádiz, Mercedes Colombo, ha participado este miércoles en el acto de inauguración del nuevo curso de esta escuela, al que ha acudido junto al alcalde la ciudad, Bruno García, y del delegado territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta en Cádiz, Daniel Sánchez Román.

Durante el acto inaugural la delegada del Gobierno se ha dirigido al alumnado para animarle a «aprovechar esta oportunidad» de formarse en un centro que es «un referente en la provincia» y por el que han pasado «grandes profesionales».


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Según ha explicado, esta escuela, perteneciente a la Red de Escuelas de Formación del Servicio Andaluz de Empleo, tiene como objetivo impulsar entre las personas desempleadas una formación que contribuya a incrementar su empleabilidad, mejorar sus competencias y cualificaciones para la consecución de un empleo «digno y de calidad».

Así, ha concluido recordando que el compromiso de la Junta con la formación es «firme», con una inversión el año pasado de «más de 80.000 euros para respaldar esta enseñanza en la escuela».

El alcalde de Cádiz, Bruno García, ha mostrado su satisfacción por el compromiso que está mostrando la Junta de Andalucía por darle un impulso a la Escuela de Hostelería, «que todos sabemos que años atrás lo ha pasado mal y gracias al compromiso de sus trabajadores se ha mantenido viva la llama».

Según ha manifestado, «ha llegado el momento como Ayuntamiento de comprometernos y de coordinarnos con el objetivo de sumar para que la escuela esté cada vez mejor».

Tras recibir formación transversal con el módulo de Seguridad, Higiene y Protección Ambiental en Hostelería, los 45 alumnos comenzarán con la parte técnica propia de cada especialidad. De esta manera, 15 de ellos se formarán durante un año en Cocina, otros 15 en Repostería y el mismo número en la especialidad de Sala.

También está previsto que comiencen otras acciones formativas previstas como son Atención al cliente en inglés en el servicio de restauración, Información gastronómica y documental en inglés, y Aplicaciones microinformáticas. Serán dos ediciones de cada curso para 15 personas cada uno, lo cual se prevé que, en total, se formen durante este curso académico a 135 personas desempleadas.

Los alumnos del módulo de Seguridad, Higiene y Protección Ambiental en Hostelería obtendrán, tras un año de aprendizaje, un certificado de profesionalidad, que garantiza que han adquirido una serie de conocimientos y habilidades «que les abrirá las puertas al mercado laboral», ha aseverado Sánchez Román.

El delegado ha destacado «el éxito» de esta formación en lo que se refiere al índice de inserción en estos años, que se sitúa «en torno al 90%». «El sector de la Hostelería en Cádiz está demandando profesionales continuamente, pero necesita perfiles preparados, con formación específica» ha argumentado.

Durante el curso, el alumnado participará también en diferentes programas desarrollados específicamente por la jefatura de estudios y el personal docente del centro que complementan su formación y la adaptan y actualizan a la realidad profesional, económica y social.

El curso académico se cierra con el programa de prácticas profesionales no laborales en centros de trabajo. Se trata de prácticas tuteladas por profesionales del sector, con el fin no sólo de supervisar y evaluar el correcto desempeño de las actividades y calificarlas a su finalización, sino que su rol es fundamental para el acompañamiento a la inserción y desarrollo de un futuro empleo en el sector.

A través de este tipo de formación, la Junta de Andalucía persigue mejorar la empleabilidad de las personas en desempleo, dando prioridad a aquellas que tienen mayores dificultades de acceso al mercado laboral, como jóvenes menores de 30 años, mujeres, personas con discapacidad, mujeres víctimas de violencia de género o personas en riesgo de exclusión social.

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