Presentado públicamente el avance del Plan de Ordenación Urbana de Chiclana

Ordenación Urbana

Redacción. El Ayuntamiento presentó públicamente en la tarde de ayer el avance del Plan de Ordenación Urbana, actualmente en consulta pública. A este acto, celebrado en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal y presidido por el alcalde de Chiclana, José María Román, acudió un centenar de personas, entre los que se encontraban representantes de partidos políticos, del tejido asociativo, económico y social de la ciudad y vecinos de diversas zonas del municipio.

Durante el encuentro, el regidor chiclanero explicó la evolución urbanística de Chiclana de los últimos años, así como los nuevos documentos urbanísticos que regirán la ciudad en esta materia en el futuro. «Hemos llegado hasta aquí después de dos planes anulados. Los planeamientos que hemos desarrollado han sido igual que el de ahora, es decir, siguiendo las indicaciones que nos da la administración competente, que es la Junta de Andalucía. Los procedimientos anteriores fueron tumbados por los tribunales y aquí estamos con este nuevo documento», informó.

«Como ustedes saben, la LISTA contempla un cambio sustancial en cuanto a la Ley del Suelo anterior. Hablamos ahora de dos planes. Uno del suelo urbano, que es el Plan de Ordenación Urbana (POU), y otro de los suelos de desarrollo a futuro, el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM). Ahora presentamos el POU, que está en la fase de avance, y luego llegará el PGOM, que es un documento de mayor publicidad y dimes y diretes, puesto que es la vinculación del futuro desarrollo del municipio. Aquí cada cual tendrá una opción, una más conservadora y otra de más crecimiento», explicó el alcalde.


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«Si nos centramos en lo que da de si el POU, es, en virtud de lo que dice la LISTA, lo que tiene en consideración los suelos urbanos. El esfuerzo que se ha hecho y la posición que se ha establecido es la abierta, con absoluta franqueza, confianza y el mayor respeto entre las dos partes, con la dirección general de la Junta de Andalucía, que conoce de primera mano la casuística urbanística de Chiclana. Así pues, si hablamos del POU, éste recoge las normas subsidiarias del 87, en toda su plenitud y en toda su extensión y los suelos que se pueden incorporar, porque son considerados suelos urbanos. El marco es muy delimitado», destacó José María Román. Además, explicó que «se podrá alegar sobre lo que debe o no como suelo urbano, pero hay que tener un matiz, sobre todo para los que digan que su finca antes era suelo urbano no consolidado, porque esos suelos pertenecen al PGOM».

«Otra cuestión importante es la referida a las antiguas Áreas de Gestión Básicas o a los suelos urbanos no consolidados, es decir, los casi 20 millones de metros cuadrados que estaban en el anterior planeamiento como suelos urbanos no consolidados y que se venían a desarrollar a través de ordenanzas que han estado en vigor. En este sentido, la Junta nos expuso su criterio. Así, entendiendo lo que es el contexto de la ciudad de Chiclana y entendiendo el POU, esos suelos urbanos no consolidados no debían entrar, a efectos urbanísticos, como suelos urbanos, debiendo permanecer como suelos rústicos. Esto no quiere decir que en un futuro Plan General, PGOM, no se pueda hacer», matizó el alcalde.

«A nosotros esta opción nos pareció acertada y la compartimos y voy a explicar por qué. En el primer Plan General se arbitraron unas ordenanzas que venían a poner de manifiesto cómo regularizar todas esas viviendas. En una primera etapa, el marco que se había establecido era de unas ordenanzas que venían a urbanizar en términos de lo que supone urbanizar un suelo que es rústico y al que había que hacerle el reparto de zonas verdes, equipamientos, viales, etc. Es aquella ordenanza que suponía un coste importante por lo que dice la Ley del Suelo», recordó.

«De ese plan, pasamos a un nuevo plan en el que se bajó el nivel. Con la venia de la Junta y porque se permitía, había una mayor laxitud, que consistía en que el desarrollo de esos suelos urbanos no consolidados se hacían con un nivel mínimo de equipamientos, de zonas verdes y de viales. Esto supuso que la cuantía a abonar por cada parcela descendió a la mitad. Tanto el primer intento como este segundo no dieron sus frutos, porque la gente no participaba en aquello de pagar, entendiendo que era el Ayuntamiento el que lo tiene que pagar. En este sentido, todos contribuimos y todos recibimos. Así, si una parte importante de Chiclana con licencia ha pagado los equipamientos, las zonas verdes, etc. no es justo que esta parte pague los servicios a la otra parte que no ha pagado por urbanizar. Hay que aclarar que el IBI se paga porque existe un bien inmueble y hay que contribuir, pero no tiene nada que ver con que haya pagado los derechos urbanísticos, que es una cosa totalmente distinta», aclaró José María Román.

«Tras el fracaso del segundo plan y cuando la Junta dice que esos suelos pasan a rústicos, a través de la LISTA, esos 20 millones de metros cuadrados tienen dos caminos. Un camino es el acceso directo a los servicios de luz, agua y alcantarillado si los tiene a pie de parcela para acceder a ellos. En Chiclana hay más de 1.300 viviendas que pueden acceder a los servicios de inmediato. No obstante, el movimiento que hay también es corto, a pesar de que, a través de Chiclana Natural y de los servicios de la Intervención, se ha visto que los costes son mucho más reducidos y se facilita el pago. Estamos esperando un tiempo prudencial y si la gente no actúa, actuaremos de oficio, para que los propietarios hagan las conexiones pertinentes. Hemos sido sumamente prudentes y templados, como para seguir esperando», explicó.

«El segundo camino para estos suelos rústicos es el de los planes especiales. Hay casi una veintena de planes que se están moviendo. Estos planes especiales para suelos rústicos hablan de la redacción de un documento, que delimita un ámbito y ese ámbito incluye un número determinado de parcelas. Además, este ámbito va a desarrollar y plantear cómo solucionar los servicios de agua y alcantarillado. Esto va a tener un procedimiento de declaración ambiental y, pasados 18 meses, se procederá a su aprobación y se puede urbanizar. Aquí, el Ayuntamiento puede entrar con un diez por ciento, porque se puede hacer como contribución especial y esto se paga en cinco años. Esto es algo bastante factible. Ambos caminos incluyen opciones para las viviendas sin licencias, abriendo así una vía para todo eso que en los anteriores planes provocaban unos desequilibrios terribles en términos de equipamientos», expuso.

«En conclusión, hay un marco para los antiguos suelos urbanos no consolidados, ahora suelos rústicos, hay un marco para el suelo urbano. Entendemos que el documento que aquí planteamos, el POU, es el que nos conviene como ciudad. Es un documento de la ciudad consolidada, que con las estimaciones que tenemos salen del orden de unas 6.000 viviendas. Este documento tiene margen y se entiende que estaría aprobado para el año que viene y ese es el compromiso de la Junta. Para ello, no hemos complicado el documento, no hemos generado controversia y a nadie le hemos pisado el pie, al menos no lo hemos pretendido. Así, para los suelos en desarrollo debemos remitirnos al PGOM, que plantea unas estimaciones de 6.000 ó 7.000 viviendas y el horizonte para todo este conjunto es para el año 2045 ó 2050, que es guion y el marco del ritmo y el crecimiento que Chiclana viene a tener», finalizó el alcalde.

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