Redacción. Cansados de ver ese estilo cuqui cuajado de frases motivaciones en tonos pastel allá donde iban, los chicos de Puterful no se lo pensaron dos veces y decidieron darle su propia vuelta de tuerca. «Usamos el sarcasmo e inventamos el contraste entre colores naif y lacitos con palabras malsonantes y frases cotidianas. La mezcla fue explosiva», aseguran. «Las frases motivacionales son insustanciales y nos hacen creer que somos capaces de hacer cualquier cosa así porque sí, sin contemplar que no todos los días tenemos ganas de poder con todo».
Tras el éxito del libro Me tenéis hasta los cojones, el fenómeno Puterful regresa con No tengo el chichi pá farolillos. Con su humor real, sarcástico y sin pelos en la lengua, las escenas que nutren estas páginas se inspiran en anécdotas en las que, a veces, se tuercen las cosas, los protagonistas no salen victoriosos y, en sus historias, no siempre triunfa el amor. Lo que viene siendo la vida real. «Este libro va dirigido a cualquier persona, de cualquier edad, a la que le guste reír y, sobre todo, a la que le guste leer historias de gente normal con las que pueda llegar a sentirse identificada. Sin postureos», aseguran.
El libro
¡Basta ya! Basta de frases motivadoras y de reflexiones positivas. Nadie desayuna paté de pequeño pony, nadie necesita unicornios para vivir, nadie es tan feliz como demuestran sus fotos de Instagram. Con este libro plagado de anécdotas locas y cañeras, aparte de pasar un buen rato, podrás sentirte identificada y descubrirás que no pasa nada por experimentar la libertad que te da el gritar a los cuatro vientos que estás hasta los ovarios de tanta chorrada y tanta cursilería. Y no, no mueren gatitos por decirlo.
Los autores
Alejandro Oneto y Diego Villalba, naturales de San Fernando (Cádiz), son cofundadores de Puterful, dos mentes inquietas que provienen del mundo audiovisual y que, gracias a la constante lluvia de ideas que recorren su día a día, se dieron cuenta de que había un público que quería un tipo de frases motivacionales más realistas de lo que habitualmente estaban acostumbrados. Así que se pusieron manos a la obra y experimentaron mezclando diseños con colores pastel y lazos con mensajes transgresores y cotidianos en los que muchas personas se veían reflejadas. En muy poco tiempo, consiguieron que la marca fuera conocida, viralizando cada una de sus imágenes en las redes sociales y ganando adeptos de miles en miles hasta llegar al ¡¡millón de seguidores actual!!
Rocío Sepúlveda también es gaditana. Desarrolla su creatividad a nivel narrativo y audiovisual y aplica la filosofía Puterful a su vida diaria. Diplomada en guion de cine y TV y creadora de un conocido personaje virtual enfocado al mundo docente, cuenta con dos libros publicados a sus espaldas. Porque a Rocío le encanta contar historias, pero ¡no tiene el chichi pa’ farolillos!
La filosofía Puterful cada vez está más extendida y arraigada a un público que se toma la vida con sentido del humor y emprende su día a día aceptando la cruda realidad.
