Redacción. El tabaquismo es una enfermedad crónica, recidivante y de carácter adictivo que constituye, a fecha de hoy, el principal problema de salud pública y principal causa de muerte evitable en Andalucía. Se encuentra implicado en el origen de un gran número de enfermedades a nivel cardiovascular, respiratorio y de la esfera oncológica, aunque prácticamente ningún órgano o sistema del cuerpo humano escapa de su potencial daño.
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Pulmón, desde la Consejería de Salud y Familias se recordó la importancia de dejar de fumar y de llevar una alimentación saludable, como medidas clave en la prevención de esta patología, ocasionada, en gran medida por el tabaquismo. Esto último forma parte de los objetivos tanto de la Estrategia de Promoción de una Vida Saludable de Andalucía como de la Estrategia de Cáncer en Andalucía, impulsadas por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica.
A nivel mundial, causa más de 8.000.000 de muertes en el mundo, unos 7.000.000 por consumo directo y 1.200.000 por exposición involuntaria al humo del tabaco ajeno. Se estima que en 2030 superará los diez millones, con el agravante de que muchas de estas muertes son prematuras, generando una importante pérdida de años de vida y calidad de la misma. Si el patrón de consumo sigue la tendencia actual, el número de fallecimientos a lo largo del presente siglo superará los 1.000 millones de personas, incluyendo 250 millones de muertes por cáncer de pulmón y otros cánceres.
Tabaco
El tabaco es un agente inductor de cáncer, siendo además el primer causante (25-30%) de todos los cánceres y también la primera causa de mortalidad por cáncer (alrededor del 30% de las muertes por cáncer son debidas al tabaco). Y esto es así porque en el humo del tabaco se encuentran identificadas más de 7.000 sustancias entre las cuales se encuentran más de 60 incluidos como carcinógenos de clase 1 o clase 2, según la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), tales como nitrosaminas, benceno, 4-aminobifenil, óxido de etileno, polonio, níquel, arsénico, etc.
Fumar está en la génesis y desarrollo de un número muy importante de cánceres, comenzando por el de pulmón (que sin duda es el más directamente relacionado) y continuando por los de cavidad nasal, nasofaringe, orofaringe, laringe, esófago, estómago, hígado, páncreas, colorrectal, riñón, vejiga, aparato genital femenino y mama en lo que se refiere a órganos sólidos, así como las leucemias agudas, a nivel hematológico. Respecto al cáncer de próstata se sabe, además, que los fumadores más intensos pueden presentar entre un 24% y un 30% más riesgo de muerte por cáncer que los no fumadores. Asimismo, el tabaquismo se relaciona con un aumento de la recurrencia mortalidad.
Actuaciones para la lucha contra el cáncer
La Estrategia de Cáncer en Andalucía, que se desarrollará durante los próximos tres años, elaborada por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Familias, con el apoyo metodológico de la línea IAVANTE de la Fundación Progreso y Salud y en colaboración con el Servicio Andaluz de Salud, contempla cinco líneas de intervención esenciales: prevención, promoción y diagnóstico precoz; asistencia a adultos; asistencia infantil y adolescente; humanización de la atención sanitaria al paciente oncológico y cuidados paliativos; y epidemiología, sistema de información y documentación. Las más destacadas dentro del área de promoción, prevención y diagnóstico precoz es el fomento de actividades para la promoción de una vida saludable en el entorno educativo, laboral y local y colaborar de forma sinérgica con el Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía.
Asimismo, resulta prioritario promover acciones que incentiven el cese del consumo de tabaco, en cualquiera de sus formas (cigarrillos convencionales, tabaco de liar, calentado, cachimbas, etc.), así como evitar que niños/as y adolescentes se incorporen a su consumo. Para ello, en Andalucía se realizan acciones a varios niveles. Así, desde el programa Forma Joven de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica se trabaja para facilitar a los jóvenes y adolescentes andaluces información detallada sobre aquellos aspectos vinculados al tabaco y los riesgos que supone para la salud. A través de estas asesorías se ha alertado a esta población tanto de los peligros de su consumo como de los efectos positivos que supone no consumirlos.